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domingo, 1 de noviembre de 2009

Ley de Ingresos 2010. Juegan con lumbre

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce


“Más pronto cae un hablador que un cojo”

Lo percibido era más que obvio: el interés partidista por sobre los intereses de la Nación ha sido la tónica de la discusión y aprobación, en su caso, de la Ley de Ingresos y Miscelánea Fiscal para el 2010. La partidocracia y el peso de los poderes fácticos que le sustentan, pudo más que la voluntad popular presuntamente representada en el Congreso de la Unión.

En la Cámara de Diputados la noche de ayer, y la de de Senadores el día anterior, PRI, PAN y su satélite verde, ratificaron la profunda brecha entre mandantes y mandatarios, haciendo de la simulada democracia representativa triste papel de caricatura.

Con honrosas excepciones, diputados y senadores matan así a la gallina de los huevos de oro. Negándose a toda posibilidad de sustentar la viabilidad del Estado mexicano frente a la crisis en principios sustantivos de equidad y justicia social. Haciendo prevalecer privilegios del gran capital por sobre las necesidades reales y sentidas de las mayorías, profundizando la brecha de la desigualdad y contribuyendo a una mayor polarización de la sociedad.

Destacando el papel vergonzante del PRI en el Senado, que por salvar su hoy en duda capital político, optara por la abstención negociada en un tema en el que ofreciera a sus electores oponerse por la vía del voto en contra.

Del PAN no podía esperarse otra cosa diferente que su voto a favor del incremento en el ISR y el IVA. Así lo mandata su naturaleza reaccionaria y contraria al interés de la Nación. La abstención del PRI en el Senado, lavarse las manos, no le resta responsabilidad; avalando lo votado por su bancada en la Cámara de Diputados le iguala con su adversario político, habiéndose identificado plenamente con la idea ya formada en el imaginario popular de un maridaje obsceno al que se le conoce como PRIAN.

Si lo que pretendiera el tricolor fue el no cargar con el costo político de la aprobación de una Ley de Ingresos y su correspondiente Miscelánea Fiscal, antipopular, absurda e injusta, a mi juicio el tiro le salió por la culata.

Si de capital político se trata, al anteponerse este al interés de la mayoría de los mexicanos y a lo que la razón recomienda para intentar salir de la crisis sistémica global cuyos efectos en México apuntan a un desastre, el PRI resulta el gran perdedor. Incapaz de oponer alternativas racionales, su salida es: “Nos inclinamos a favor de lo menos peor”, como lo expresan sus voceros oficiales y oficiosos. La gente sabrá, llegado el momento, poner en la balanza compromisos no cumplidos y soberbia triunfalista de un partido político que pretendiendo recuperar la presidencia de la República en el 2012, en los hechos coparticipa con el PAN en el retroceso social y económico, así como en el hundimiento del país que acarreará un bodrio fiscal que lejos de cumplir con el propósito de impulsar el crecimiento económico y la generación de nuevos empleos, resultará recesivo, contrario a lo que la lógica está indicando a nivel internacional como alternativa válida de búsqueda de caminos viables para salir de la crisis y, de paso, altamente lesivo para la economía de las mayorías populares.

Senadores y diputados federales, priístas y satelitales, no supieron o no quisieron estar a la altura de las circunstancias dominantes en el país. Ignoraron la realidad de un México que lleva a cuestas a más del 50 por ciento de la población en condiciones de pobreza, miseria y abandono. Olvidando que el saneamiento de las finanzas públicas es apenas un medio y no un fin en sí.

No les dijo nada que la población económicamente activa disponible para producir bienes y servicios (PEA), sujeto potencial a los gravámenes directos, representa el 59.8 % de los mexicanos en edad productiva y, de esta, como lo apuntara oportunamente el INEGI, el 27 por ciento apenas alcanza a percibir un mini salario. Tampoco escucharon al SAT que divulgara que el Padrón de Contribuyentes Activos se integra por 10 millones 463,436 personas físicas que representan 37% del total; 15 millones 379,721 asalariados que equivalen a 56.9%: 1 millón 179,405 personas morales que son 4.4% y 13,504 personas morales que representan 0.0% del total, considerados como Grandes Contribuyentes.

En total, 27 millones 36,066 personas físicas y morales las que están inscritas en el Padrón de Contribuyentes Activos hasta el pasado mes de agosto del año en curso; 24.5 % de la población total y a estos va dirigida la andanada fiscal, con la salvedad de que los asalariados pobres, ubicados en el umbral de hasta cinco mini salarios, no pagan ISR. Quienes cargarán sobre sus espaldas con la tributación directa serán los mismos contribuyentes cautivos de siempre; bajo el supuesto de que no habrá de agudizarse el desempleo entre las clases medias que perciben ingresos por arriba del umbral citado. Como contrapartida, eso sí, los pobres, ese más del 50 % de la población, tributará a la hacienda pública pagando impuestos indirectos sobre bienes y servicios, por el derecho a sobrevivir en un país que les da la espalda.

Tampoco escucharon la lastimera y a destiempo aceptación de Calderón Hinojosa y su secretario de hacienda, de que la mayoría de los “grandes contribuyentes”, poderosos consorcios nacionales y extranjeros que operando en México viven bajo resguardo, reciben un aterciopelado trato fiscal, contribuyendo apenas con el 1.8 de sus utilidades antes de impuestos.

El bodrio Fiscal aprobado, lejos de tender a fortalecer la capacidad real de compra y con ello a la dinámica del mercado interno, a más de romper el equilibrio ingreso-gasto de millones de familias, la restringen: abatiendo consumo, ahorro, producción, productividad y empleo, matando a la gallina de los huevos de oro que sustentando la economía nacional, pretenden salvar.

No cabe duda de que pese a todas las limitaciones y desviaciones que pudieren atribuirse a López Obrador y al movimiento que el tabasqueño encabeza, es más que evidente que han tenido razón en su persistente denunciar, protestar, y proponer como de urgente y pronta resolución un nuevo modelo de país.

Por ahí un político veracruzano llama a la ciudadanía “a no satanizar a los diputados federales” señalándoles por su falta de visión y compromiso para con sus electores. Su llamado cae en el vacío. No se les “sataniza” porque su actuación no corresponde al terreno de la mitología; se les señala y juzga objetivamente porque, salvo muy contadas excepciones, tanto éstos como los senadores, incurren en traición a sus representados y a la democracia representativa. Éstos han dado muestra fehaciente de que responden a intereses coyunturales de la partidocracia, los gobernadores, y los poderes fácticos, y no a sus representados y a los intereses superiores de la Nación.

Frente a tal traición no cabe el mayor o menor costo político electoral. En lo individual y en lo colectivo, y la excepción no hace sino confirmar la regla, la perspectiva electorera es irrelevante frente a lo que está en juego, el destino de México. Si algo en común tienen con el mitológico “Satán”, es que juegan con lumbre.

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viernes, 23 de octubre de 2009

Ley de Ingresos. Senadores del PRI enmendarán la plana

México SA

Carlos Fernández-Vega

Logran Calderón, panistas y priístas consenso en su contra


El consenso es un artículo de lujo que difícilmente se encuentra en este heroico país, pero las más recientes decisiones del inquilino de Los Pinos, su servicial bancada en San Lázaro y sus queridos amigos tricolores han promovido lo que muy pocas veces se alcanza a registrar en este México lindo y querido: un punto de acuerdo entre diferentes grupos económicos, sociales y políticos para rechazar, tajantemente, el esperpento recaudatorio aprobado el pasado miércoles por los susodichos. Es tal la coincidencia, que hasta los propios legisladores priístas (pero en el Senado) rechazan el engendro y amenazan con practicarle urgente cirugía reconstructiva, si bien no por razones humanitarias, sí por el elevadísimo costo político que pagará el otrora partidazo por apoyar el saqueo fiscal a los de siempre.


Empresarios de todo color y tamaño, sindicatos, partidos políticos, académicos y, en lo inaudito, banqueros han condenado el paquetazo 2010 de Felipe Calderón (el cual, a final de cuentas, quedó igual, pero sin 2 por ciento de IVA disfrazado) aprobado por los corderos panistas y los tigres (de papel) priístas, y lo han hecho no sólo por el salvaje atraco que, en plena crisis, para la población representa el alud de impuestos que a partir del primer día del ya cercano año nuevo deberán pagar para que los señores de la clase política mantengan su tren de vida, sino por tratarse de otro parche fiscal, meramente recaudatorio, y de una política económica (por llamarle de alguna manera) abiertamente recesiva y dañina para los intereses nacionales.


Muy contentos deben estar en Los Pinos, porque si la primera mitad del gobierno calderonista resultó un verdadero fracaso, con el paquetazo 2010 arrancan la segunda mitad con aires renovados, el acelerador a fondo y toda la intención de empeorar su propio récord. Pero no todo es pérdida: después del triunfo prianista del pasado miércoles, por fin Humberto Roque Villanueva quedó liberado de su trauma histórico (provocado por las consecuencias políticas y sociales de su muy famosa roqueseñal); ahora, el político priísta podrá mofarse de otros que lo superaron (la oportunísima gráfica de Paco Olvera ayer en La Jornada da puntual cuenta de quiénes son los tres cochinitos) en eso de pasar a cuchillo a los mexicanos de siempre.


Lo más llamativo de todo esto es que, con sus decisiones el prianismo se cubre de estiércol, pero exige salir limpio y perfumado de la cloaca. Así, el adulador número uno y porrista oficial del inquilino de Los Pinos, César Nava, cínicamente se sacude el excremento y culpa a los tricolores del engendro recaudatorio; éstos, a su vez, achacan la deposición a los blanquiazules, mientras Felipe Calderón, hundido hasta el cuello, finge demencia, creyendo que alguien le cree. Lo cierto es que en eso de las mañas no hay quién le gane al otrora partidazo, y por medio de su nueva generación de legisladores en San Lázaro ya exhibió comprometedor documento oficial del doctor catarrito asumiendo la propuesta de incrementar la tasa del impuesto al valor agregado (el plan B que juraron no tener). El problema es que cada uno de ellos piensa que queda como recién salido de la lavadora cuando le echa la culpa al otro, cuando en realidad llevan muchos años revolcándose en el mismo lodo. Pero al doctor catarrito nada le importa: no me alcanza la lana, fue la primera reacción de Agustín Carstens.


Pues bien, los senadores tricolores son quienes pretenden salirse del chiquero y sacudirse el regalito enviado por sus correligionarios en San Lázaro. Informa La Jornada (Andrea Becerril y Víctor Ballinas) que la fracción del PRI en el Senado anunció que regresará la Ley de Ingresos a la Cámara de Diputados, ya que la modificarán a fondo para eliminar el (aumento al) IVA y otras cargas impositivas que lesionan a la mayoría. Las críticas que ha generado ese paquete en diversos sectores y las declaraciones del dirigente del PAN, César Nava, quién calificó la miscelánea aprobada en San Lázaro como insuficiente, son los factores que decidieron a los senadores enmendar la plana a sus compañeros de partido. En conferencia, Jesús Murillo Karam dijo que coinciden con lo expresado por el panista Nava y por ello van a cambiar las minutas. Eliminarán el aumento al IVA, al ISR y propondrán incrementar cuatro dólares el precio del barril de petróleo y subir a un punto el déficit fiscal. Retomaremos nuestra propuesta, porque no sólo se trata de salvar la caja del gobierno, sino de generar crecimiento y generar empleo. Si dicen que es nuestra propuesta la que se aprobó, pues que sea la nuestra de verdad.


Mientras eso sucede, si es que en realidad sucede, ayer, más diminuto que de costumbre, apareció en San Lázaro el porro oficial del gobierno calderonista: Javier Lozano Alarcón, a quien le fue como en feria de pueblo, no de gratis, porque a lo largo de casi tres años como (dice) carismático secretario del Trabajo ha hecho hasta lo impensable para granjearse las simpatías de propios y extraños. Al grito de que el chaparro ponga su changarro, el operador del presidente del empleo se vio en la penosa necesidad de rozarse con la chusma, él que a todas luces es sueco.


Fue tan exitosa su presencia ante el pleno de la Cámara de Diputados, con todo y séquito de edecanes panistas, que su comparecencia causó furor: la contabilidad se detuvo al llegar al millón de mentadas; sólo dijo sandeces durante los pocos minutos que parloteó; los borreguitos blanquiazules tuvieron que intervenir mil veces en su defensa y, sudoroso y al borde de un ataque de nervios, el simpático cuan resultón integrante del gabinetazo calderonista salió huyendo ante la presencia de un contingente de electricistas, al que no pudo evacuar por decreto ni con la Policía Federal Preventiva. El que rápidamente lo ayudó a resolver el entuerto fue el presidente en turno de San Lázaro, Francisco Javier Salazar Sáenz, una joya más de los blanquiazules y otrora secretario del Trabajo con la eminencia Vicente Fox, quien también corrió y corrió en Pasta de Conchos, ante las exigencias de los deudos. ¡Y

todavía creen que el excremento no los toca!


La Jornada 23/10/09

miércoles, 21 de octubre de 2009

PRI y PAN le apuestan al desastre

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Prácticamente al límite de a fecha establecida para la aprobación de la Ley de Egresos, el mayoriteo del PRI y del PAN se hizo sentir en San Lázaro, aprobándose un paquete fiscal para 2010 contrario no solamente a los intereses de la Nación, también a toda lógica dentro del marco de los esfuerzos que para aminorar los efectos de la crisis sistémica global, se vienen aplicando en casi todo el mundo, empezando por los países más desarrollados del orbe.

Sin tocar en lo sustantivo a los grandes consorcios nacionales e internacionales que operan en México y mucho menos al derroche que de recursos públicos hacen gala los tres órdenes de gobierno, al grueso de la población, asalariados y no asalariados, se le somete a un alza de impuestos que no solo van en demérito de la economía familiar, también representan una merma para la micro, pequeña y mediana empresa y un duro golpe al necesario fortalecimiento del mercado interno. Exactamente en sentido contrario a lo que recomienda el sentido común en un país al borde del desastre, cuya principal limitante para el crecimiento económico y justicia distributiva es el cargar con más del cincuenta por ciento de la población en condiciones de pobreza y pobreza extrema.

Lo que llama más la atención del proceso de negociación y aprobación del paquete fiscal para el 2010, es el descaro de una clase política insensible, cortoplacista y carente de visión de Estado y su apego a un surrealismo decimonónico que sustentado en la corrupción y la simulación, contempla el mundo al revés. La democracia representativa en México se descara como un ente abstracto en la forma y vacío en su contenido como en los tiempos del porfiriato. Senadores y diputados no responden a los electores a quienes se deben, actuando por consigna a las órdenes del titular del poder ejecutivo federal y los gobernadores.

De ahí que no queda la menor duda de que la partidocracia, controlada por el PRI y el PAN, cogobierna con estos, siendo tal su descaro que ponen en la mesa de negociación su respectivo capital político electoral antes que el interés de la mayoría de la población. Ratificando con ello que en lo sustantivo no existe diferencia ideológica o programática alguna entre los dos partidos que tienen mayoría en el Congreso de la Unión, sirviendo por igual al poder fáctico. Sus diferencias se reducen pragmáticamente al reparto coyuntural del poder formal y lo que ello representa en términos de canonjías, prebendas, y oportunidades de enriquecimiento para las cúpulas partidistas.

Los partidos minoritarios, actuando como satélites del PRI y el PAN, simulando ser oposición, son parte de un juego perverso que les permite disfrutar de las migajas, tantas como su escasa capacidad de maniobra y manipulación lo permiten. La actitud asumida por Jesús Ortega descalificando a los diputados perredistas que por la libre se manifestaran en contra del alza de impuestos, es tan sólo un pálido reflejo del clima de componendas en la partidocracia.

En este panorama, en los hechos el acceso a una auténtica democracia representativa en el país está vedado para el pueblo de México. Obligado a pagar los costos reales de la simulación contribuyendo, como en la época feudal, con la creación de la riqueza y el tributo a los poderosos; viviendo en la incertidumbre de un presente engañoso y un mañana mejor que nunca llega, sustentando su supervivencia en una falsa esperanza que le es construida ideológicamente a través de los medios de comunicación de masas.

¿Quién pagará electoralmente los platos rotos? En torno a esta interrogante gira la preocupación de la partidocracia. Para las mayorías de la población, no hay ni partidos vencedores ni vencidos. Tan responsable es el PRI y el PAN como sus satélites en la aprobación de esta nueva agresión tributaria. El gran perdedor, como siempre es el pueblo de México y así lo hará sentir en las urnas bien sea por el camino del abstencionismo o del voto nulo.

En los prolegómenos de la elección del 2010 en Veracruz, más de un diputado federal y específicamente aquel que aspira a gobernar a la entidad, tendrán que tragarse sus palabras y falsas promesas. El PRI no actuó conforme a su dicho defendiendo el interés de las mayorías. Antes al contrario, las traicionó “hincándoles el diente” negociando con el PAN mayores recursos para los gobernadores a cambio de aprobar la nueva alza de impuestos.

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México. Con alza de impuestos se aprueba paquete fiscal 20

Con el voto mayoritario del PRI-PAN la Ley de Ingresos contempla un 16% de IVA, 30% al ISR y 3% a telecomunicaciones


Con oposición de Convergencia, PRD y PT La mayoría, integrada por el PRI y el PAN se aprobó también el impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), por la cual se incrementará el gravamen de 2 a 3 por ciento en depósitos realizados en instituciones bancarias para las transacciones que excedan los 15 mil pesos mensuales.

A nombre de la bancada del PRI y cómo posicionamiento final en torno a la propuesta que impulsaron junto con el PAN de incrementar el Impuesto al Valor Agregado de 15 a 16%, y el Impuesto Sobre la Renta de 28 a 30%, entre otros, El diputado federal David Penchyna insistió en que el paquete fiscal 2010 no traiciona ni violenta sus estatutos internos. "el PRI no tiene de qué avergonzarse", aseveró.

El Universal ; La Jornada



El alza de impuestos provocará más carestía, desempleo y pobreza: AMLO

Magdalena de Zahuatlán, Oax., 20 de octubre. Hoy es un día triste, aciago, porque se pusieron de acuerdo los del PRI y los del PAN para aprobar aumento de impuestos, lo cual provocará más crisis económica, más carestía, más desempleo, más pobreza, más violencia e inseguridad, afirmó aquí Andrés Manuel López Obrador. “Van a mantener los privilegios de los potentados… Ésos son el PRI y el PAN al servicio de la oligarquía, con el apoyo de la mayoría de los medios de comunicación.”, señaló.