martes, 30 de septiembre de 2008

Se inmola campesino en Xalapa




(Notimex) Xalapa.- El campesino Ramiro Guillén Tapia se prendió fuego frente a las oficinas del gobierno estatal de Veracruz, en Xalapa, luego de que le fuera cancelada una reunión para tratar un conflicto de tierras en San Pedro Soteapan.


Por 107 ocasión, el gobernador de Veracruz les canceló audiencia por un conflicto agrario: labriegos.

Andrés Timoteo Morales, corresponsal

La Jornada. 30/09/2008 14:56

Jalapa, Ver. Un dirigente campesino de Veracruz se prendió fuego en la plaza Sebastián Lerdo de Tejada, frente a las oficinas del gobernador Fidel Herrera Beltrán, en protesta porque éste canceló una entrevista con ejidatarios del municipio de Sotepan.

Los campesinos popolucas que acompañaban a Ramiro Guillén Tapia, líder del Comité Regional Pro Defensa de los Derechos Humanos del sur de Veracruz, lograron sofocar las llamas, pero el labriego sufrió quemaduras de tercer grado y fue trasladado al hospital de la Cruz Roja.

Los labriegos explicaron que 27 de ellos fueron citados en el Palacio de Gobierno para dialogar sobre un litigio por la posesión de 200 hectáreas en el ejido Ocozotepec, en la sierra de Soteapan, pero de última hora el mandatario canceló la audiencia.

Andrés Cruz, otro de los representantes del Comité, refirió que el dirigente campesino se roció gasolina y se prendió fuego, porque Fidel Herrera les ha cancelado audiencias durante 107 ocasiones.


Cartens: “si algo no esta roto, no lo arregles”

México con una mano atrás y otra adelante, totalmente desprotegido frente a la crisis global del capitalismo, según se desprende de las declaraciones del Secretario de Hacienda en Washington, al afirmar que nuestro país “no cuenta con un plan de contingencia ante evento histórico en EU”.

¿Y el blindaje del que presume Calderón Hinojosa donde está?

Ver nota en La Jornada 30/09/08

lunes, 29 de septiembre de 2008

AMLO: Plan anticrisis para salvar a Pemex


Miles de personas colmaron el Zócalo capitalino, luego de marchar desde el Ángel de la Independencia, para escuchar las acciones en defensa de Pemex en voz de Andrés Manuel López Obrador. El tabasqueño expresó: "para rescatar al país de la crisis actual estamos dispuestos a construir un acuerdo con todas las fuerzas políticas y con representantes sociales, siempre y cuando se convenga un cambio en la estrategia económica que apoye a la mayoría de los mexicanos, en especial a los pobres y desposeídos’‘ La Jornada 290908.- Foto Carlos Ramos Mamahua


Ver texto completo del discurso del 28/09/08 >>>>>





domingo, 28 de septiembre de 2008

¿El que paga manda?

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce


Por si quedara alguna duda, Javier Duarte de Ochoa ya es candidato al gobierno de Veracruz para el 2010. Contrariamente a lo que afirmara más de un analista político, no fue el dedo del Maestro Fidel Herrera Beltrán quien lo señalara. En esta ocasión correspondió al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), por conducto de Felipe González y en representación de poderosos intereses de la madre patria, anticiparse al gobernador, palomeando al Secretario de Finanzas y adornándole con elogios propios de todo un estadista, calificándole, entre otras cosas, como el artífice del equilibrio de las finanzas públicas veracruzanas, ejemplo a nivel mundial en un concierto internacional dominado por la peor crisis económico-financiera de que se tenga memoria.

En ese mismo tenor, pero a la inversa, otro connotado extranjero, francés para más señas, el ex primer ministro Dominique de Villepin, invitado por la dirección nacional del PAN, tuvo a bien tomarse la libertad de reprobar las políticas públicas del Estado mexicano; descalificando la estrategia del Sr. Calderón Hinojosa en materia de seguridad pública y recordándole a la partidocracia nacional que sin justicia social y sin el abatimiento de la desigualdad y la pobreza, poco se puede avanzar en el tema. Lo más destacable del recetario francés, fue la alusión a “la necesidad de un gobierno fuerte que pueda convocar primero a la cohesión social y luego, empujar junto con todas las fuerzas políticas, los cambios que se requieren para hacer frente a este fenómeno, separando los debates de carácter social, económico o político, para actuar de manera conjunta, porque un gobierno solo no puede hacer nada”.

“…lo peor que puede pasar en esta situación es tener un Estado fracasado, que sea manejado por otros intereses que no son los intereses generales”. Afirmó el ex ministro galo. Y por si fuera poco, Dominique de Villepin insistió en que “…el gobierno no debe renunciar al estado de derecho en aras de combatir al crimen organizado, porque éste termina nutriéndose de las violaciones a los derechos de los ciudadanos. Además sugirió que se renuncie “a lo que es una tentación clásica de las democracias, a esta sociedad del espectáculo donde se manejan los problemas frente a las cámaras de televisión”.

Lo más seguro es que el Sr. Villepín no necesariamente habla de oídas, por lo que al PAN el tiro le salió por la culata, al haber invitado a un conferenciante de grueso calibre que no tuvo pelos en la lengua para afirmar lo que ya es del conocimiento público y que, de manera magistral lo destaca Lorenzo Meyer, señalando convencido que el verdadero peligro para México es la mancuerna corrupción e impunidad.

Vaya jornada. A los dos extranjeros se le pagó para decir lo que se quería escuchar, pero al panismo su conferenciante le salió rejego.

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Autoritarismo y maiceo, fórmula para acallar a la oposición

En Perspectiva

J. Enrique Olivera Arce


En una postura de absoluto desprecio a la opinión, justificada o no, de un buen número de profesores y estudiantes normalistas, Josefina Vázquez Mota, titular de la SEP, aseveró que el gobierno federal no dará marcha atrás en el objetivo de mejorar la calidad de la educación, haciéndole segunda a Elba Esther Gordillo. Actuando como caja de resonancia, connotados lectores de noticias en los medios electrónicos califican a las movilizaciones de profesores y estudiantes en diversas entidades federativas y en el Distrito Federal, como manifestaciones de revoltosos; llegando al extremo del oportunismo de colgarles la etiqueta de “secuestradores” de los derechos de los niños, con la clara intención de crear el vacío social a quienes se oponen a la cuestionada alianza por la calidad educativa que promueve el SNTE.


Así, lo que se inició como una cortina de humo para cubrir las ineficiencias del sistema educativo nacional, señaladas y calificadas internacionalmente, propiciando en paralelo la privatización de la educación pública, hoy para la SEC y la camarilla de Elba Esther en el SNTE toma visos de bola de nieve, que crece conforme pasan los días. Conformándose uno más de los escenarios de confrontación con la sociedad civil en los esfuerzos fallidos del ejecutivo federal de establecer un mínimo de legitimidad, que permita afianzar la deteriorada gobernabilidad del país.


No faltando las lecturas de analistas políticos y comentaristas de los medios nacionales, que interpretan la postura autoritaria de Vázquez Mota como un anticipo a la que asumirá el gobierno calderonista en pleno en el momento en que el PRI, PAN y la mitad de los legisladores federales del PRD, bajo la conducción de Jesús Ortega, aprueben las iniciativas de reforma a la industria petrolera nacional. Las que por cierto, en Nueva York, Calderón Hinojosa calificara la semana anterior como urgentes para hacer frente a la crisis económico-financiera de nuestros vecinos del norte que ya afecta a México.


Si esto es así, como se supone, el gobierno federal daría por concluido el debate nacional en torno al petróleo y cualquier manifestación, contraria a las iniciativas aprobadas, sería criminalizada y sujeta al escarnio público por parte de los medios, en especial los electrónicos. Bajo el también supuesto que ya maneja la reacción de que el PRD y el gobierno del Distrito Federal, adecuadamente maiceados, ya han desplazado al hombre de Nacajuca en la conducción del movimiento social y que AMLO, derrotado y ya sin base social de apoyo, se prepara para tomarse un obligado descanso, abandonando a su suerte a sus pocos seguidores.


Criminalizada la protesta social, poco podría esperarse de una oposición de izquierda, dispersa, frustrada, en su mayoría apartidista, frente a una mayoría ciudadana manipulada por los medios. Las condiciones de “paz social” y “legitimidad de las instituciones”, estarían dadas para un proceso electoral terso, pacífico y “democrático” en el 2009.


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jueves, 25 de septiembre de 2008

El pragmatismo electoral como vía al bipartidismo

Pulso critico

J. Enrique Olivera Arce

Sin pretender de ninguna manera coincidir con el panismo veracruzano, que a coscorrones pretende legitimar la anti política del Sr. Calderón Hinojosa en materia de seguridad, mi muy personal percepción me permite afirmar que el tema de la unidad frente a las amenazas del crimen organizado, una vez partidizado, en nuestra entidad ya se volvió, para unos, chisme de comadres, dimes y diretes, en tanto que para otros, intercambio cupular de posicionamientos electoreros y pugna por el botín que representa el incremento presupuestal al fortalecimiento de las fuerzas del orden. Lo cual indica que, en última instancia, las cosas quedan como están sin que en el corto y mediano plazo puedan observarse cambios significativos que propicien el retorno a la tranquilidad ciudadana, hoy enferma de psicosis colectiva.

Toda vez que se insiste en atacar consecuencias sin avanzar en el combate a las causas profundas del deterioro del tejido social, y que nadie pone freno a las televisoras que con su programación profundizan la pérdida de principios y valores éticos y morales en el seno de la familia, dejemos el tema en manos de los expertos y que sean estos los que se entretengan y entretejan hipótesis, especulaciones y opiniones sin fundamento y, nosotros, a otra cosa mariposa.

La tendencia al bipartidismo en México, impulsada por la reacción en su afán de emular la llamada “democracia” que norma la vida política de nuestros vecinos del norte, pese a la resistencia que se le opone en amplios círculos de la sociedad, parece avanzar a pasos agigantados; correspondiendo a las cúpulas de la partidocracia operar en tal sentido.

Predominando el pragmatismo electoral por sobre ideologías, principios y programas de acción, la tendencia al bipartidismo se expresa en las llamadas “alianzas” entre los diversos partidos políticos con registro de alcance nacional. Los partidos grandes le apuestan a una mayoría de votos y, por ende, al control del poder formal y a una mayor tajada de las prerrogativas pecuniarias que todos los ciudadanos les otorgamos, en tanto que la morralla aspira a no perder las migajas del pastel. Así las cosas, el PAN y el PRI cuentan con sus respectivos satélites a beneficiar, incluido lo que queda del PRD, formando dos grandes bloques electorales que se disputarán las diputaciones federales en el 2009 y la silla presidencial en el 2012. En tanto que en nuestra entidad, se disputarán la gubernatura en el 2010.

Muy al estilo norteamericano, con diferente nomenclatura pero pragmáticamente igualados en intenciones y objetivos, lo relevante es que ambos bloques le apuestan a la continuidad del modelo neoliberal y sus desgastadas y obsoletas políticas públicas, persistiendo en dar la espalda a una apabullante realidad que a gritos expresa el fin del agotamiento del modelo a escala mundial. Si para algunos ingenuos, la confrontación entre ambos bloques tiene trasfondo ideológico, es que aún no han entendido que la diferencia entre uno y otro, es que “el primero va a misa de siete, en tanto que su oponente asiste a la de ocho”.

Igual, si para algunos ingenuos el PRD representa a la izquierda y, por tanto, no se incluye como parte integrante de los bloques señalados, este remedo de partido político, ante la pérdida de credibilidad, confianza, militantes y simpatizantes, y bajo la consigna de “más seguro lo comido”, para sobrevivir una temporadita más no ha dudado en acallar a las tribus que le conforman, dictándoles nuevo rumbo: O nos aliamos al PRI o nos lleva el carajo. Así, bajo esta tesitura, el partido del sol azteca, o lo que queda de este, se alinea pragmáticamente con el bloque mayoritario, y no con el que encabeza Calderón Hinojosa, al que ya contemplan como perdedor, para salvar lo que se pueda.

Convergencia y el PT, conservando aún sus afectos a favor del movimiento social de López Obrador, no han dicho esta boca es mía, con relación a los comicios venideros y, por tanto, aún no se les ubica en ninguno de los dos grandes bloques. Si se mantienen en congruencia con su postura y labor en pro de la defensa del petróleo y la soberanía nacional, podrían constituir un tercer bloque marginal de centro izquierda, que no por ello modificaría la actual tendencia al bipartidismo. El tiempo nos dirá si el peso específico de una alianza entre estos dos pequeños partidos, con una base social de apoyo sustentada en los ciudadanos sin compromiso partidista, tiene la fuerza necesaria para evitar la consolidación del modelo norteamericano en nuestro país.

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miércoles, 24 de septiembre de 2008

Reforma del PRI. Fuga hacia adelante

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Así como en el PRD ya no se sabe si lo que mantiene la unidad en torno a la franquicia son las coincidencias o las diferencias entre una militancia polarizada, en la que prevalece la ausencia de cultura política, y una dirigencia corrupta y carente de visión de largo plazo que se aferra al botín de las prerrogativas, maiceo, y cargos de representación popular, en el PRI no cantan mal las rancheras. La ideología y el compromiso con el país pasan a segundo término, cediéndole el paso al pragmatismo pedestre.

La Asamblea priísta de Aguascalientes al parecer no hizo mella en Veracruz. Siendo mayor el peso específico de la inercia, el pragmatismo no cede el paso a la renovación ideológica y política. Salvo algunos intelectuales que honran al tricolor, como Marcelo Ramírez, todo indica que el cambio de etiqueta le pasó de noche a la mayoría. El debate concluyó para el PRI veracruzano al término de los escasos minutos que bastaran para uncir al partido, una vez más, a la corriente reformista social demócrata que se ostenta como de izquierda remando a favor de la derecha.

El gatopardismo que se le atribuyera a los acuerdos de Aguascalientes, en Veracruz ni a eso llego. El PRI veracruzano ni por enterado se dio del contenido del discurso definitorio y mucho menos del compromiso de cambiar en la forma, adecuando el maquillaje a los nuevos tiempos, para quedar igual en su esencia autoritaria y antidemocrática.

Si para algunos bien intencionados la Asamblea constituyó un paso adelante en la tarea de rescate y reconstrucción del partido, para la mayoría ello le tiene sin cuidado. Pragmáticamente se confía más en el herramental tradicional de los usos y costumbres electoreros, que en adecuar el instituto político a los requerimientos de un país en crisis, que reclama su rescate e inserción en la modernidad por el ancho camino de la vida en democracia.

Para que cambiar si estando como está ya tiene asegurado el triunfo electoral en el 2009 y el 2010. No porque responda mejor a las demandas ciudadanas, ni porque cuente con los mejores hombres y mujeres, o tenga claro el camino a seguir en un país sin rumbo. El triunfo es seguro porque en las actuales condiciones de crisis del sistema de partidos, simplemente se presume no tiene oponente.

Bajo este supuesto, las mejores intenciones de transformación y cambio en el seno del PRI no pasan de ser un buen deseo que anima a honestos militantes, que también los hay. Una vez más el tricolor opta por la fuga hacia adelante, en la que ante la ausencia de voluntad política, y atado a intereses espurios, el tricolor afrontará el futuro sin tocar el lastre que arrastra del pasado.

Así, inercialmente, el PRI veracruzano ganará la elección de diputados federales el próximo año. Pero de ninguna manera se puede afirmar que ello constituya en su momento un avance en la vida democrática de la entidad.

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martes, 23 de septiembre de 2008

Luís Paulino Vargas Solís: Estados Unidos: La tormenta perfecta

September 23, 2008

Descomposición y decadencia

Los rasgos más perversos y corruptos del capitalismo del siglo XXI, han quedado al desnudo. Tal cosa se podría sintetizar de la siguiente forma:

1) Es un sistema que crece a partir de una gigantesca maquinaria de deuda. Esta se alimenta a sí misma en espiral ascendente y se extiende como una inmensa red que lo mismo atrapa a la gente más pobre que a los gigantes corporativos más poderosos. A la larga, sin embargo, aquellos posiblemente pierdan todos y esto sean “salvados” por el Estado mismo.

2) Esa telaraña de deuda adquiere formas sofisticadas y complejas y, por ello mismo, resulta indiciosa y opaca. Constituye, un enorme edificio de especulación, oculto a todo escrutinio público y abocado a la apuesta más temeraria, en un casino de alcance planetario.

3) La especulación y la deuda conducen al exceso y al despilfarro. Estados Unidos es el principal ejemplo de ello. Es el país más endeudado del mundo y su población carga también altísimos niveles de deuda. Ese crédito especulativo es dinamo que empuja el crecimiento, pero de forma siempre desordenada, mediante la gestación de enormes burbujas, es decir, desarrollos hipertrofiados y anómalos, por ello mismo insostenibles. Invariablemente desemboca en crisis de grandes proporciones.

4) Para usar un término que mucho les gusta a los gringos, podemos decir que esta ha sido la tormenta perfecta. Sus dimensiones han dejado pequeñas a cualquiera otra burbuja previa y, por ello mismo, la crisis desatada hace ver enanas a las crisis anteriores. Como el problema ha tenido lugar en el corazón mismo del capitalismo mundial, ello sin duda magnifica sus alcances y consecuencias y pone en cuestión –en una escala inédita- su poder de despilfarro, concentración de la riqueza y exclusión social.

5) Este capitalismo es, encima de todo, tan hipócrita como corrupto. Vea usted que paradoja: tanto despotricar contra el Estado y ahora exige a gritos que el Estado lo salve de la catástrofe que su avaricia sin límites ha creado ¿O será acaso que el Estado es malo si intenta beneficiar a los más pobres y necesitados y repentinamente se vuelve amable si actúa a favor de los más ricos y privilegiados?

Quedan planteadas muchas preguntas. La primera e inmediata: ¿Tendrá éxito la operación de salvamento y estatización masiva puesta en marcha por el neoliberalísimo gobierno Bush? La segunda: ¿Qué tan profunda y prolongada será la recesión? ¿Se logrará evitar que se convierta en depresión?

Y, quizá, la principal de todas las interrogantes es la siguiente: ¿Será posible que, después de este episodio espantoso de locura y destrucción, la humanidad logre inocular un mínimo de racionalidad en su sistema de vida?

Ver artículo completo en: Our Words In Resistance

Alberto Pinzón Sánchez: El becerro de oro

September 23, 2008

El Imperialismo actualmente se ha Trasnacionalizado de una manera insospechada. La oligarquía financiera como clase dominante ya no es solamente “Nacional” sino también Trasnacional y 500 empresas trasnacionales, más 3 organismos multilaterales de inversión dominan la deuda del Mundo. La etapa industrial ha sido rebasada por la producción mediante la especulación del dinero como mercancía más abundante y dominante. El dios omnipotente del Mercado-Libre en la industria, el comercio, las finanzas y servicios se ha metido por todos los resquicios de la sociedad imponiendo en la vida su lógica Neoliberal imparable de avaricia, corrupción y parasitismo. Crece el desempleo, la precariedad laboral, la miseria el marginamiento, y el hambre, la sed y el VIH, como jinetes del Apocalipsis azotan continentes enteros. Se privatizan las ganancias sociales de las empresas estatal-nacionales y se socializan las perdidas.

Ver artículo completo en: Our Words In Resistance

domingo, 21 de septiembre de 2008

¡Es la ética, estúpido!


José Agustín Ortiz Pinchetti

El despertar


¿Por qué el prestigio de AMLO continúa vigente para millones de seguidores? Ha sufrido una campaña de aniquilación inteligente y perversa. Una campaña de medios se ha construido para calumniarlo y a la vez borrar su imagen. Aunque es pacifista se le atribuyen intenciones golpistas. Lo combate el gobierno, el PRI subvenciona a sus enemigos internos. Muchos compañeros de partido lo traicionan. Pero el núcleo de leales se mantiene intacto y también esa roca de millones de entusiastas. En cada municipio del país hay por lo menos un grupo obradorista y éste tenderá a vincularse en una tupida red. Se convertirán en una organización política nacional.


Al preguntarles a los obradoristas por qué siguen con Andrés Manuel, contestan: ante todo porque es honesto, no traiciona, ni roba, ni miente. Es curioso, no hablan de su carisma, de sus cualidades para el gobierno o la maniobra, sino de su rectitud.


Aquí aparece, un tanto desconcertante, el tema de la ética en nuestra vida pública. Creo que hay una desesperada hambre y sed de rectitud y que ésta irá creciendo ante el desplome progresivo del Estado-nación. Confío en que los políticos del futuro cuando quieran conquistar votos tendrán que demostrar a la gente que cumplen lo que dicen y que no utilicen el poder para saquear. Espero que los jóvenes políticos apunten en sus tarjetas para recordar en sus discursos: “¡es la ética, estúpido!”


AMLO parece formar parte de una tendencia universal: rescatar la actividad pública, que ha entrado en todas partes en decadencia por haber permitido que la codicia se impusiera a los principios y cerrar los ojos ante la corrupción de especuladores y de líderes.


México no saldrá del atrapamiento en que está mientras no ataque el cáncer que corroe a su clase dirigente. No será fácil, pues no existe sanción social para estos desacatos. He visto algunos de los peores líderes y a funcionarios venales entrar en un restaurante y ser saludados como héroes por empresarios, profesionistas, comunicadores. Repase mentalmente quiénes son los aliados sindicales del actual régimen. En cualquier país serían repudiados hasta por sus propias familias y probablemente estarían en la cárcel.


La tragedia del 15 de septiembre en Morelia nos hace mirar desde el borde del precipicio. Si no cambia la actual trayectoria, podemos hundirnos en un proceso que haga fallido nuestro proyecto nacional. El único elemento esperanzador es ese reclamo de rectitud que ha arraigado en parte de la población y que pudiera volverse una exigencia imposible de esquivar para los gobernantes.


jaorpin@yahoo.com.mx


La Jornada. 21/09/08



Victor M. Toledo: La caída del ciclista

¿Juega Dios con los ciclistas? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que no sólo hay dioses; también hay demonios de las pequeñas cosas, duendes diminutos, juguetones chaneques, gnomos, pequeños seres bromistas, dedicados todos ellos a promover sorpresas, hechos inesperados, sucesos imprevistos. Para la ciencia, estos eventos impredecibles han dado lugar a la llamada “teoría del caos”, dedicada a atender situaciones en las que “un pequeñísimo cambio en las condiciones iniciales puede modificar drásticamente el comportamiento general de un sistema en el largo plazo”: El aleteo de una mariposa puede provocar un huracán, un tornillo mal colocado la caída de un avión, un microbio el colapso de un imperio, y… una caída en bicicleta el inicio de la ingobernabilidad de un país.


Todo indica que la mayoría de los accidentes no son hechos fortuitos o derivados del azar, sino el resultado de eventos consciente o inconscientemente inducidos o facilitados por el accidentado. Dicho de otra forma, cada quien promueve sus propios accidentes. Quien anda en bicicleta sabe que ya posee la habilidad de mantener un equilibrio, por ello el ciclista es, en cierto modo, un maestro en el arte de balancear. El ciclista que cae debido a una pérdida aunque sea temporal de su pericia, ha perdido su capacidad de mantener su balance, de sostenerse en movimiento por medio de dos ciclos y mediante el justo medio entre dos fuerzas opuestas: una que viene de la izquierda, la otra desde la derecha.


Probablemente no hay mayor desgracia para un gobernante que sufrir un accidente en bicicleta, porque el evento devela, como metáfora y suceso, una situación personal de pérdida de control (interno y/o externo), de ingobernabilidad sobre el instrumento que conduce. Como un contrapunteo invisible pero efectivo, se pierde doblemente el equilibrio: en la conducción bicicletera y en la dirección gubernamental. El colmo: el ciclista se cae, y por el diccionario de sinónimos sabemos que caída significa declinación, descenso, decadencia, desplome, derrumbamiento, desmoronamiento, hundimiento, ocaso. Y todo hecho inusual, por diminuto o personal que parezca, encierra la posibilidad de convertirse en símbolo, en icono, en parteaguas de la historia de los individuos, las comunidades y las sociedades.


Cuando el ciclista que cae es además un presidente acorralado, acotado, debilitado por los acontecimientos y las fuerzas que estaría obligado a gobernar, la probabilidad de que le ocurra un accidente es muy alta. Creo que nunca ha habido, en la historia reciente del país, un presidente con tan poca capacidad de maniobra como el que actualmente nos (des) gobierna. Investido mediante un mecanismo fraudulento (ahí siguen, amordazadas pero vivas, las urnas de la elección de 2006 a la espera de ser interrogadas), su “debilidad de origen” lo ha llevado a obligadas alianzas con las poderosas elites económicas, los líderes más corruptos del sindicalismo, las televisoras, los gobernadores prepotentes y mafiosos, las corporaciones trasnacionales (¿alguien se imaginaba a un presidente mexicano llevándole un pastel al gigante Wal-Mart?), los bancos extranjeros, y un grupo de funcionarios públicos leales pero ineficaces y corruptos. Ello lo deja sin autoridad moral y, en consecuencia, sin capacidad para la acción, frente a las dos grandes fuerzas que lo amenazan de manera permanente: el crimen organizado ya empoderado social y militarmente, y la oposición política, social y ciudadana de un país cada vez más injusto e inseguro.


La caída del ciclista tiene un último y peculiar significado. No se pueden hacer análisis políticos acertados en un país tan lleno de magia colectiva como México sin tomar en cuenta la fecha cabalística de la ruptura histórica. El 2010 está tan presente en el inconsciente social de los mexicanos como el maíz, el águila y la serpiente, la Virgen de Guadalupe o el mole poblano. Conforme nos acercamos a esa fecha, a ese “accidente societario” soñado, columbrado, intuido y deseado por millones de ciudadanos, nos aproximamos a un momento en el que el anhelo por un cambio induce y condiciona una esperanza que marea. En la intimidad, la gente, los ciudadanos, bien pueden otorgar un significado premonitorio a la caída de la bicicleta.


Es en este contexto que las propuestas de Porfirio Muñoz Ledo, aparentemente inoportunas, excesivas o descabelladas, son de una enorme trascendencia. Solamente una reforma profunda del Estado, de sus formas y reglas, incluida la posibilidad de revocar los mandatos de quienes gobiernan, puede ofrecer una salida democrática y evitar la opción autoritaria y violenta. La caída del ciclista no es solamente una alegoría, una broma de los demonios de las pequeñas cosas o una nueva demostración de la teoría del caos. También es una señal, diáfana y oportuna, de la llegada de un límite y de la debilidad de un régimen, y de un “estado de cosas”. En algún lugar de algún momento futuro los mexicanos hablarán, con nostalgia o con coraje, con placer o con amargura, de aquel hecho extraño y absurdo que desencadenó el cambio que el país necesitaba. En la memoria colectiva se grabó con letras de oro como la “parábola de los ciclistas que caen”. Roguemos por ellos.


“Dicen que queremos derrocarlo, pero él se cae solo”: A.M. López Obrador


La Jornada 20/09/08


vtoledo@oikos.unam.mx

viernes, 19 de septiembre de 2008

¿Unidad para qué?

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Apunte para: Our Words In Resistance ; Gobernantes.com


Desde lo más profundo de la descomposición del sistema económico y político de la Nación, se llama a la unidad de todos los mexicanos para hacerle frente a la escalada de violencia en que incurre el crimen organizado. Retóricamente suena bien y efectivamente, sólo con la unidad se puede ir al rescate y reconstrucción de un tejido social en crisis en el que todos estamos involucrados. Sin embargo, no son pocos los que desgarrándose las vestiduras claman por ello llevando agua a su molino. Para estos, unidad, es la consigna de moda y el especular sin sustento alguno sobre los responsables de la condenable agresión a inermes ciudadanos en Morelia, es la tarea. Pareciendo discordante y fuera de lugar el que mediáticamente desde el PRI surja la pregunta: ¿Unidad para qué?


Interrogante contra corriente que resulta por demás lógica, cuando al mismo tiempo el Secretario de Gobernación afirma que no habrá cambios en la estrategia del gobierno federal en el combate a la delincuencia organizada., sin mediar una evaluación autocrítica y creíble sobre los resultados hasta ahora obtenidos en la sacudida al avispero. Y mucho menos sobre la situación que hoy guarda el Estado-Nación, caldo de cultivo para la transgresión impune del estado de derecho.


Después del niño ahogado, todos a una a tapar el pozo. (¿Quiénes?) ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Con qué? Nadie lo sabe a ciencia cierta, pues para empezar, una guerra no se inicia dando palos de ciego, sin tener claros propósito, objetivos, estrategia, y medios para alcanzar la victoria. Naturalmente, también y en primer término, identificar al enemigo, conocer de sus propósitos últimos, calificando a su vez su capacidad real y potencial para saber a que y a quienes se pretende enfrentar.


Se nos dice de un poderío financiero del enemigo, muy superior a las disponibilidades del gobierno; se habla de sus nexos con aliados externos desparramados por todo el orbe, y se afirma todos los días, que se le va venciendo en la medida del alto número de capos de rostro patibulario que las fuerzas del orden atrapan o eliminan y que, en esa misma medida, son substituidos por otros de igual o sin duda ya, peor catadura. El cuento de nunca acabar. Pero nunca, hasta ahora, se ha tenido la atingencia de informar a la ciudadanía que el ejército de capos y sicarios que operan en el terreno, está al servicio de poderosas empresas criminales y altos ejecutivos que desde lujosas oficinas, con sofisticada tecnología planean y conducen impunemente sus ilícitas operaciones, lo mismo en México que en otras latitudes.


Nada parece indicar que contra estas altas esferas de la delincuencia organizada, personajes de cuello blanco y finas maneras, se privilegie la estrategia de la guerra emprendida. Nada se nos dice al respecto ni se observan avances en tal sentido. La cabeza principal de la hidra sigue siendo un misterio no resuelto. No se conoce al enemigo más allá de los daños que hoy lamentamos.


Por los resultados y daños colaterales, para el común de los ciudadanos queda la impresión de que no se ha tomado para nada en cuenta lo anterior. El enemigo, al que ya se califica “traidor a la patria”, es un fantasma que está en todos lados y al mismo tiempo no está en ningún lugar. Lo mismo podría ubicársele en el bando de los malos que en el de los que se dicen ser los buenos. La corrupción y la impunidad que domina en México, impide establecer distingo alguno para diferenciar a los unos de los otros.


La sabiduría popular enseña que “según el sapo es la pedrada”. Y está visto que no se alcanzará la victoria oponiendo violencia a la violencia en el terreno, si no se combate al corazón del enemigo en su madriguera, oponiendo inteligencia superior a la que hoy por hoy parece dominar en las altas esferas de la industria del crimen, como bien lo saben los señores de las fuerzas armadas que conocen de la manufactura del paño.


Así que unidad ¿para qué? ¿En torno a qué? ¿A los gobernantes en turno? ¿A un sistema de procuración de justicia cuestionado? ¿O a una inexistente política con visión de Estado que sin atentar contra los derechos humanos y clima de libertad cuya construcción ha costado mucha sangre al pueblo de México, haga de la racionalidad, buen juicio, honestidad, y un profundo amor a la patria su estandarte? La unidad a secas, en abstracto, al costo social y político que sea, únicamente conduce al pensamiento único; al fascismo dictatorial que el enemigo real pretende imponernos.


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miércoles, 17 de septiembre de 2008

La tormenta perfecta toca ya a nuestra puerta

En Perspectiva

J. Enrique Olivera Arce


Xalapa, Ver.- 15/09/08. El número de problemas torales de la Nación es tal y de tan compleja imbricación que en el buscar solución a un conflicto, abre otro y este a uno más, en un encadenamiento que pareciera indicar que nos enfrentamos a una ya abierta Caja de Pandora; manifestándose incapaz el poder público para afrontar lo que de ella emana, con sensatez, congruencia y eficacia.


En los inicios del mes de enero del año en curso, en estas páginas me permití opinar que el 2008 apuntaba a ser un “año negro” para nuestro país. Las críticas de buenos amigos y algunos lectores no se dejaron esperar. Tremendista fue lo menos que escuché, cuando afirmé en un artículo que: “[…] se le esta dando la bienvenida a un año atípico que, con oscuros nubarrones en el horizonte, anuncia el próximo arribo de lo que los expertos califican ya como la tormenta perfecta en materia económica y social, y cuya gravedad de su impacto no es aún dimensionada del todo en su magnitud. Pese a que el gobierno pretende tapar con un dedo lo que ya no es posible ocultar, uno a uno se van sumando los factores que inciden en la conformación de un todo que podría dar lugar a un verdadero desastre. Los anuncios, tardíos, de lo que viene, no parecen preocupar ni a las autoridades, que insisten en contar con un eficaz blindaje, como a una ciudadanía confiada, en tanto desinformada y ajena a las componendas del poder que han postrado al país a niveles tales que, prácticamente, no sólo se ha desmantelado al Estado mexicano, también se ha hipotecado a toda la Nación”.


Hoy, a unos cuantos meses de distancia, mi percepción parece no haber estado equivocada. Las noticias difundidas por la prensa nacional y extranjera, no son nada alentadoras. Las crisis de los mercados financieros; una creciente desigualdad en ingresos, patrimonios y niveles de bienestar en todo el orbe; la compleja y multidimensional crisis energética y alimentaria; la escalada creciente de la violencia como fórmula de solución de conflictos; y una peligrosa alteración del clima, con efectos desoladores para la humanidad en su conjunto, interactúan entre sí, conformando una trágica realidad que pone en jaque al mundo entero y que el Estado mexicano parece ignorar.

Manlio Fabio Beltrones, presidente de la junta de Coordinación Política del Senado, recién afirmó que en México estamos a punto de formar "la tormenta perfecta" y añadió que eso es lo que hay que evitar, problemas económicos, estanflación y problemas políticos que surgen de una elección tan viciada como fue la de 2006. Además de pobreza extrema que convive con una riqueza insultante y problemas de inseguridad ante la incapacidad de un gobierno que no tiene respuestas.

Su expresión previsora, en efecto, no ha obtenido respuesta del gobierno del Sr. Calderón Hinojosa.

Frente a una crisis omniabarcadora que se alimenta de la debacle de la economía norteamericana y del agotamiento del capitalismo salvaje en su expresión neoliberal, se opta por debilitar aún más al Estado, poniendo a la Nación en una franca situación de indefensión. Lo mismo en el ámbito económico que en el social y político. Al mismo tiempo que se sacrifica la microeconomía, castigando al mercado interno y al consumidor final en aras de un cuestionable equilibro macroeconómico, en lo social se abandona a su suerte a más de 40 millones de mexicanos en condiciones de pobreza; reflejándose tal desatención en una crisis cada vez más notoria de debilitamiento y credibilidad de las instituciones republicanas, que se profundiza con la incapacidad manifiesta del Estado para proporcionar seguridad a la sociedad, y de los partidos políticos para mediar en la administración de riesgos y conflictos generados por el clima de desigualdad, pobreza, exclusión, corrupción e impunidad.

Los riesgos son minimizados o ignorados, adoptándose la política del avestruz, ocultándose tras cortinas de humo. Y si ya de si es difícil y complejo lidiar con cada uno de estos de manera aislada, no me imagino como el Estado mexicano habrá de enfrentarlos, cuando la crisis global indica que estos no son independientes unos de otros, sino que se influyen recíprocamente. Y peor aún, cuando estos deberán ser enfrentados por una administración pública omisa, indolente, y carente de autoridad moral y política para movilizar a la sociedad en pro de respuestas oportunas, coherentes y eficaces.

En nuestro terruño, poco puede hacer Veracruz para mantenerse al margen de esta crisis global y sus nocivos efectos. No se puede evitar así como así -como presupone la administración pública estatal-, lo que ya altera la tranquilidad social y la vida económica de toda la Nación. No basta con mantener cercanía con la población, instrumentar políticas públicas asistencialistas, promover y recibir inversión extranjera, crear nuevas empresas y generar más empleos –de dudosa calidad-, o dictar leyes que teóricamente contribuyan a fortalecer la convivencia entre diferentes. El “efecto mariposa” tocó a México y ya se hace sentir en el bolsillo e inseguridad en el empleo de los veracruzanos. La “tormenta perfecta” ya toca a nuestra puerta.

Rebasamos los primeros ocho meses sin resultados positivos que apunten en sentido inverso. Antes al contrario, el deterioro nacional crece y se acumula en todos los ámbitos embarcado en una espiral de franco retroceso, frente a un septiembre amenazador que bien podría concluir con barruntos de desastre. Si el 2008 no es año negro, poco le falta para serlo.


Publicado en: Revista Análisis Político

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