Pulso crítico
J. Enrique Olivera Arce
Confirmando con hechos concretos el tenor de nuestra colaboración anterior en la que expresáramos nuestra percepción de una absoluta indiferencia frente a lo que al campo depara el TLCAN. “ocupados en el proceso electoral y preocupados por sus posibles resultados, políticos, servidores públicos de todos los niveles, ni sudan ni se acongojan frente a la traición y la suerte que con esta le depara al campesinado veracruzano, ubicándose en la misma tesitura todos aquellos que se dicen líderes agrarios; los mismos que en la arrebatinga de las parcelas de poder están recibiendo ni más ni menos que lo que se merecen: limosna política.”
Insensible frente al dolor de aquellos que en el pasado fueran sus hermanos de clase, ajena a las miles de hectáreas de cultivos siniestrados, de los que depende la maltrecha economía agraria veracruzana, e indiferentes ante lo que el propio gobernador calificara de un desastre de gran magnitud, el inexistente liderazgo que encabeza Bertha Hernández Rodríguez enseñaba una vez más el cobre. Cuidando más de alcanzar la ansiada limosna política que por cuidar, cuando menos las formas, frente a un evento de la naturaleza cuyos daños colaterales en el sector agropecuario habrán de sentirse con toda crudeza a lo largo de varios meses.
Más no sólo es la Liga la que deberá cargar con este estigma. También el candidato de la Alianza Fidelidad, pagará en las urnas el costo de su carencia de sensibilidad social y desparpajo político; más que lucirse en mítines y foros, como aspirante a la alcaldía de Xalapa debió asumirse solidario con los sectores más pobres y desprotegidos del municipio. Palpando de primera mano las medidas previas de protección civil tomadas por las autoridades responsables, y los efectos del temporal en una ciudad infraestructuralmente rezagada, casi en franca indefensión frente a fenómenos meteorológicos, para así normar su criterio frente a obligaciones futuras, caso de ser elegido como alcalde. David Velasco Chedraui no actuó así y deberá enfrentar el costo de su ligereza.
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