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viernes, 20 de noviembre de 2009

Nada que celebrar, en espera del milagro que nunca llega

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Magistralmente Eduardo López Betancourt, Presidente de la Barra Nacional de Abogados, diagnosticó el estado que guarda el país, complementando a Cuauhtemoc Cárdenas quien afirmara que México no tiene nada que celebrar con motivo del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana (Proceso ).

López Betancourt censurando a magistrados jueces, políticos y legisladores afirmó:

"Como nunca, los principios jurídicos son pisoteados. Los encargados de hacer cumplir la ley actúan a espaldas de la sociedad, se confabulan para el engaño y descarado reparto del botín. Mantenemos un Congreso constituido por pícaros vividores, que no sólo practican el nepotismo más abyecto, sino que son verdaderos engendros de Lémures, en busca del más evidente daño a la comunidad", agregando que “..."mientras el pueblo se ahoga en la desesperación, el desempleo y la miseria, los legisladores inventan, crean e imponen alcabalas sin ápice de responsabilidad. Se dividen la jugosa carnada presupuestal, en base exclusivamente a sus bastardos y despreciables intereses"".

Cruda opinión que muchos mexicanos sin distingo partidista o posición social compartimos. La clase política en su conjunto y salvo honrosas excepciones, se hace merecedora a ella. Pero lo más llama la atención es que con toda desverguenza le preste oídos sordos, persistiendo en la simulación, el gatopardismo, corrupción e impunidad, compañeros inseparables de viaje en la cotidianeidad del quehacer político y el servicio público como segunda piel.

Lo más sorprendente es que la ciudadanía, en su gran mayoría, acepte tal abyección sin parar mientes, como si en cada proceso electoral en el momento de depositar el sufragio guardara la esperanza de ver florecer un jardín entre impúdico y pedestre detritus. Fe, esperanza, y caridad cristiana para con la clase política, sustentadas en el río permanente de demagogia, a la que se le corresponde con indiferencia, sumisión, y agradecimiento por el yugo impuesto. Dejar hacer, dejar pasar, mientras el país se hunde arrastrando a todos por igual.

La aprobación por el Congreso de la Unión de los presupuestos de ingresos y egresos de la federación y, en nuestra isla de la fantasía, el triunfalismo sin sustento del V Informe de Gobierno de Fidel Herrera Beltrán y la criminalización del aborto que desmiente forma y contenido del discurso conciliador del gobernante, que no merecieran de la ciudadanía la más mínima atención son el vivo ejemplo; no obstante el retroceso que ello significa para la vida económica y social de la Nación y, en lo que a los veracruzanos toca, de la entidad.

“Cuidaremos cada peso del presupuesto”, afirma calderón Hinojosa. “Veracruz ya está en las ligas mayores del petróleo”; “Vamos bien y falta lo mejor”, certeza sin sustento del titular del poder ejecutivo federal y del correspondiente de la entidad, que no puede sino inscribirse en las afirmaciones del abogado López Betancourt. Medias verdades y medias mentiras en las que México es simplemente el botín a repartir.

¿Qué sigue? Se preguntan destacados politólogos, analistas e intelectuales que perciben un salto atrás de corte fascista para el país. Seguramente lo que a continuación sigue no tiene cabida en la agenda de la clase gobernante, no le interesa ni le quita el sueño, como tampoco le quita el sueño a la mayoría de una ciudadanía que, en su desventura, confía aún en el milagro que nunca llega.

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sábado, 11 de julio de 2009

Elección 2009. Concluye conteo distrital. 55 % de Abstencionismo

El IFE informó, al concluir el conteo distrital, que el número de electores en la contienda alcanzó el 44.8 del padrón electoral

El universal.com.mx, 11/07/09.-

PRI gana 138 distritos; PAN 70 y PRD 39

Ciudad de México.- Al concluir el conteo distrital de las elecciones del domingo pasado, el Instituto Federal Electoral (IFE) informó que el PRI, el PAN y el PRD fueron los partidos que ganaron el mayor número de distritos, seguidos por las coaliciones PRI-PVEM y PT-Convergencia.

En tanto, por sí solos, los partidos Verde Ecologista de México (PVEM), Nueva Alianza (PANAL) , Socialdemócrata (PSD) , del Trabajo (PT) y Convergencia no obtuvieron el triunfo en ninguno de los 300 distritos del país.

De acuerdo con las cifras definitivas del conteo distrital, la participación ciudadana alcanzó 44.81% del padrón electoral y de los 300 distritos el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganó en 138.

El Partido Acción Nacional (PAN) obtuvo el triunfo en 70 distritos; el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en 39; la Coalición PRI-PVEM en 50 y la PT-Convergencia, en tres.

En cuanto a la votación obtenida por cada uno de los partidos el PRI alcanzó 12 millones 821 mil 487 votos; el PAN nueve millones 723 mil 537 y el PRD cuatro millones 231 mil 342.

El PVEM obtuvo dos millones 264 mil 510 votos; Nueva Alianza un millón 187 mil 902; el Partido del Trabajo (PT) un millón 268 mil 839; Convergencia 855 mil 052 y el Partido Socialdemócrata 358 mil 758.

En tanto el número de sufragios nulos llegó a un millón 876 mil 629, equivalentes a 5.40 por ciento del total de los comicios.

miércoles, 17 de junio de 2009

Acusa Ortega a AMLO de traicionar al PRD

Ciudad de México.- El líder nacional del PRD, Jesús Ortega, arremetió contra Andrés Manuel López Obrador a quién acusó de traicionar sus principios y engañar a la militancia perredista con su llamado a votar por el PT en Iztapalapa.


“Quienes siendo militantes del PRD llaman a votar por los candidatos de otros partidos, no actúan congruentemente, y en realidad traiciona sus principios y pretenden engañar a los ciudadanos que militan, simpatizan y trabajan con el PRD”.


Acusó que la actitud del ex candidato presidencial es la de un extremista de izquierda y aseguró que los extremos siempre terminan por juntarse, “con esa actitud al margen de sus intenciones le hacen el favor a la derecha que es nuestra verdadera adversaria”.


Ortega señaló que la eventual expulsión de López Obrador del PRD se dará desde los órganos institucionales del partido pero una vez que pase la elección federal del 5 de julio.

Nota completa en: Milenio 17/06/09

PRD ¿El principio del fin?

El Sol azteca sin candidato para jefe delegacional de Ixtapalapa.

Convoca López Obrador a votar por el abanderado del Partido del Trabajo.



Clara Brugada estuvo acompañada por el presidente legítimo, Andrés Manuel López Obrador, y Alejandro Encinas, durante el multitudinario mitin de apoyo a la perredista en la explanada de la delegación Ixtapalapa. Foto Carlos Ramos Mamahua



Al cumplirse, alrededor de la medianoche, el plazo fijado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el Partido de la Revolución Democrática no solicitó al Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) el registro de Silvia Oliva Fragoso como su candidata a jefa delegacional de Iztapalapa, en sustitución de Clara Brugada Molina, con lo que habría incurrido en desacato. En el trascurso de las próximas horas el IEDF deberá notificar al tribunal de la inejecución de la sentencia para que éste determine lo conducente.


Apoyado por miles de perredistas, Andrés Manuel López Obrador convocó ayer a votar por Rafael Acosta, candidato del Partido del Trabajo (PT) a delegado de Ixtapalapa.


López Obrador asumió el riesgo de su decisión dentro de su partido, aunque advirtió que no renunciará al PRD, del cual es militante fundador. “Que quede muy claro: estoy apoyando a PT y Convergencia porque la mafia quiere desaparecerlos. tengo la obligación moral y política de apoyarlos, y por eso lo estoy haciendo.


Nota completa en La Jornada 17/06/09


Para que tanto brinco estando el suelo tan parejo. Hubiera bastado con la renuncia del político tabasqueño al PRD tras confirmarse el cochinero de la elección interna que dividió al partido del sol azteca. Hoy a semana y media del cierre de campañas en un todos contra todos, la confusión es total. La izquierda no sabe ya por quien votar el próximo cinco de julio y ello tendrá sus consecuencias.

lunes, 8 de junio de 2009

León Bendesky: El voto

El debate sobre las formas de emitir el voto en las elecciones del próximo 5 de julio ha tenido más contenido y significado que las propuestas de los partidos y de sus candidatos. Éste es ya un aspecto muy relevante del estado en el que está el sistema político y el mismo proceso electoral en el país.


Hay que distinguir entre tres manifestaciones ciudadanas ante estas elecciones, así como el origen y la manera en que se promueven o argumentan. Una es abstenerse de votar. Ésta es siempre una posibilidad, sobre todo cuando no se reconocen opciones políticas convincentes, o bien cuando no se espera que votar represente un modo efectivo de reorientar las acciones de gobierno en sus tres niveles o el trabajo legislativo.


La abstención se tacha las más de las veces como una forma de desinterés y falta de participación en los asuntos de naturaleza social que se expresan en la emisión de un voto. Nadie está obligado a participar según los criterios convencionales que se dan a ese término. Y hay que reconocer que no asistir a las urnas es una forma de expresión de un estado político del individuo dentro de una colectividad y en un momento histórico determinado.


Otra forma de ejercer el voto es anularlo, es decir, no seguir las pautas establecidas en la ley para que sea efectivo. Y, la última, es votar por un candidato no registrado en las listas de las boletas correspondientes a cada caso de elección.


El Cofipe (Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales) consigna en primer lugar que: Votar en las elecciones constituye un derecho y una obligación que se ejerce para integrar órganos del Estado de elección popular; además: El voto es universal, libre, secreto, directo, personal e intransferible.


Con respecto al escrutinio y cómputo de los votos en las casillas señala que un voto se anulará cuando sea: aquel expresado por un elector en una boleta que depositó en la urna, pero que no marcó un solo cuadro en el que se contenga el emblema de un partido político, el de una coalición o el de los emblemas de los partidos coaligados.


También se puede votar legalmente por un candidato no registrado en las boletas y los escrutadores deberán hacer el acta correspondiente. A la letra la ley dice: Los votos emitidos a favor de candidatos no registrados se asentarán en el acta por separado.


Así que si bien son tres formas de actuar políticamente, y de las cuales deben sacarse las conclusiones pertinentes, cada una indica comportamientos distintos de un derecho ciudadano. Si no se acude a las urnas queda un registro en la forma de un residuo. Si se anula el voto, se deja constancia de que se ejerció el derecho, pero que se rechazan las opciones presentadas y en realidad queda sin efecto según la ley.

La tercera alternativa podría tener efectos más interesantes, pues en una acción concertada se podría expresar una ambición política, que debe consignarse oficialmente, aunque no tuviera efecto puesto que toda la ley electoral está solamente hecha para los partidos y otras organizaciones políticas constituidas.


La organización de un voto concentrado por algún candidato independiente tendría un efecto político significativo. Pero hay que admitir cuando menos dos cosas: una es que no hay un personaje identificable cuya estatura política aglutinara esta posibilidad. La otra es que la forma de hacer política en el marco de las instituciones y reglas prevalecientes está ya agotada y no atrae la atención de la mayoría de los electores. En este entorno se puede pescar en río revuelto y sacar ventajas de la situación, tanto desde la derecha como desde la izquierda.


Así las cosas, las declaraciones del senador panista Santiago Creel son esencialmente vacuas, pues considera que el voto en blanco o la abstención significan autoexcluirse del sistema democrático. No, señor, estas actitudes son una forma de rechazo a las condiciones reales en que se expresa esa democracia que él defiende. No se trata de regatear lo que se ha conseguido y no como regalo de ningún político, sino de admitir sus enormes limitaciones.


Igual ocurre con lo dicho por Arturo Núñez, del PRD, quien sostiene que provoca suspicacia la promoción del rechazo de la ciudadanía y de la sociedad a la clase política en lo que llama un discurso antipolítica y antipartido y que puede ser, según él, muy peligroso. Siempre hay oportunistas que generan suspicacia vengan de cualquier parte del abanico político. Pero no subestimen a la gente, que también piensa con claridad y de manera propia, no es sólo una masa informe manipulada por la radio y la televisión.


El formalismo del voto debe contraponerse con su efectividad como modo de expresión de los deseos y necesidades de los ciudadanos. Hoy, la ciudadanía no sólo está marginada del proceso, sino que es rehén de los partidos y del IFE. El 5 de julio muchos ciudadanos habrán de ejercer su voto tan sólo como una segunda mejor solución y ésa es una manera en que se advierte el conflicto político y social que reina sobre México de modo cada vez más evidente.


Leonardo Sciascia lo dijo claramente en su novela El Consejo de Egipto: “Las ideas aparecen cuando las rentas desaparecen…”

Tomado de: La Jornada 08/06/09

miércoles, 3 de junio de 2009

“María Cristina nos quiere gobernar...”

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Dentro del escenario maniqueo que se nos quiere imponer como preámbulo a la elección del 5 de julio próximo, he escuchado de labios de priístas una frase lapidaria que hoy hace suya la Sra. Beatriz Paredes, Presidenta nacional del PRI: “El PAN no sabe gobernar”. Extraña afirmación que considero totalmente fuera de lugar y al margen del contexto histórico de México.

Más allá de hechos probados que demuestran fehacientemente que los últimos 4 presidentes de la república emanados de las filas del PRI no supieron gobernar, adoptando el modelo neoliberal de desarrollo que condujera al más que evidente desmantelamiento del Estado y empobrecimiento de la Nación, hoy, a más de cinco lustros de distancia, es ya del dominio público que en los casi nueve años de gobierno panista el PRI ha cogobernado, compartiendo con la derecha la toma de aquellas decisiones que hoy tienen al país al borde del desastre anunciado.

¿O es que existe duda al respecto?

A unas cuantas semanas de los comicios del 5 de julio un alto porcentaje de la población así lo percibe; juzgándose por igual no sólo al PRI y al PAN, sino a la partidocracia que en conjunto constituye la clase gobernante. Tan es así que entre la ciudadanía cobra fuerza la idea de no sufragar o de nulificar el voto, antes que legitimar un estado de cosas en el que la voluntad de cambio no se da. La clase política no puede ni debe hablar y mucho menos afirmar, que un partido político en específico sabe o no sabe gobernar a un país que hoy día se contempla sin rumbo, sin liderazgo, sin destino cierto y sin esperanza, sin morderse la lengua.

De ahí que la estrategia priísta en su afán de contrarrestar el efecto de un garlito que les pusiera Felipe Calderón y su equipo de expertos extranjeros en “guerra sucia electoral”, resulta ser harto simplista. No conforme con haber caído en la trampa, el PRI, - los partidos emergentes parecen no contar en el polarizado combate -, se revuelve con generalidades, con palos de ciego circunscritos a un ámbito electoral que pasa por intereses personales y de grupo de la clase política, evadiendo una estrategia de propuestas concretas que apunten a dar respuesta puntual a lo que hoy día, frente a la crisis sistémica global, ocupa y preocupa a la mayoría de una población a la que ni se le ve ni se le escucha.

Si el partido tricolor supiera gobernar, frente a las crisis concurrentes tendría las respuestas a flor de labio y tiempo ah, como oposición responsable, hubiera renunciado al maridaje con el PAN; dejando de prestarse al juego de la derecha que, entre sus logros más destacados, tiene en su haber la militarización del país, el derrumbe de la economía y el retroceso democrático. No es así. La coincidencia en intereses estratégicos con la derecha, hacen del PRI un simple colaborador y compañero de camino del panismo en el poder. Ambos partidos se tapan con la misma sábana y los artífices de la estrategia del terror lo saben y de ello se valen para arrinconar al priísmo.

Dejar hacer, dejar pasar, es la consigna priísta. Manos libres al gobierno de Calderón Hinojosa, lo mismo para concluir la tarea histórica de desmantelamiento del Estado, la venta de garaje ofertando al capital extranjero lo poco que queda del patrimonio nacional, que para poner la soberanía en manos del mejor postor ante la incapacidad manifiesta del (des) gobierno para brindar seguridad y bienestar a los mexicanos. Las campañas políticas de los candidatos priístas en curso, no indican la existencia de la más mínima voluntad de corregir el rumbo. Para el PAN su estrategia electoral es congruente con su naturaleza y con sus objetivos: mantener el poder a cualquier costo para profundizar el proceso de derechización fascistoide del Estado mexicano. ¿Cuáles son los objetivos de mediano y largo plazo del PRI? Esta pregunta se queda sin respuesta. En la coyuntura sólo habla de un triunfo pírrico de sus candidatos.

El PRI va a ganar en las elecciones en puerta. Casi es un hecho pero, ¿conoce la ciudadanía de sus intenciones de mediano y largo plazo en lo que a rumbo y destino del país concierne? ¿O la elección es únicamente un paso previo en la búsqueda de la recuperación de Los Pinos; la recuperación del poder por el poder mismo, para después compartirlo con el PAN? No hay respuesta, como tampoco se dio el cambio democrático al interior de este partido, en respuesta a una militancia dolida y confundida tras la derrota de Roberto Madrazo.

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viernes, 29 de mayo de 2009

Magu: Desencanto electoral

Cartón de “Magú”



lunes, 25 de mayo de 2009

Bernardo Bátiz V.: Estado de interdicción

Es increíble, inusitado cuando menos, que alguien, en este caso el ex presidente Miguel de la Madrid, se haya declarado a sí mismo en estado de interdicción; que él, por voluntad propia, se haya puesto en la tesitura de incapacidad y, por tanto, en la hipótesis, según nuestras leyes civiles, de requerir de ahora en adelante, para sus actos de derecho, de su vida civil y familiar, de un tutor que lo represente y firme en su nombre, que le autorice a viajar y disponer de sus bienes, pues ése es el efecto de una declaración de interdicción.

En la vida cotidiana, la de los simples mortales, se dan casos en los que se solicita de un juez de lo familiar que alguien sea declarado en estado de interdicción; esto sucede cuando la persona ya no tiene capacidad para decidir con lucidez por sí misma y requiere, como lo requiere también un menor de edad, que sea otro quien la represente legalmente, en el caso de un adulto incapaz, un tutor, quien será el que tome las decisiones que normalmente le corresponderían.

En mi vida profesional he conocido más de un caso en el que familiares cercanos a un anciano, impacientes porque sigue viviendo más de la cuenta, y no ven cómo disfrutar de la herencia, solicitan en contra de la voluntad de éste su declaración de interdicción, pero el juez no la dictamina sin oír al anciano y sin antes tomar en cuenta dictámenes periciales obligatorios, ordenados por la ley, de sicólogos y siquiatras. En el mejor de los casos, el procedimiento ocupa varios meses, porque no es poca cosa declarar incapaz a alguien; la sentencia es muy delicada y cuidadosa, la dicta el juez que es un experto en derecho, con el apoyo de los expertos en las ciencias de la conducta y la conciencia humana y, por supuesto, conociendo personalmente y escuchando a la persona sometida al penoso juicio, con el que prácticamente se pierde la personalidad jurídica, al menos la de ejercicio...

Miguel de la Madrid y su familia no se tomaron esas molestias y literalmente de la noche a la mañana, o más bien de la mañana a la noche, dictaminaron que el ex presidente es incapaz y que lo que dijo no le obliga. Diré como aquellos carteles, denominados espectaculares, que pusieron hace unos años en contra de Roberto Madrazo: ¿Tú les crees? Yo tampoco.

Lo cierto es que la entrevista reveladora que llevó a cabo la cada vez más respetada periodista Carmen Aristegui, inteligente, con un valor civil a toda prueba, nos muestra a un hombre, ciertamente de edad, con alguna torpeza leve en el hablar, pero evidentemente congruente y hasta cuidadoso en alguna de sus respuestas; se le ve y escucha contestar con pleno conocimiento de causa las preguntas que se le hacen y no parece que se trate de un hombre que no sabe lo que dice.

Ciertamente, con la edad hay algunas fallas en la memoria, que no es tan veloz como en la juventud, y algunas limitaciones, que sólo en casos extremos y previa determinación de peritos y la intervención imparcial de un juez experimentado ameritan que alguien sea declarado incapaz. Por supuesto, el caso del ex presidente no es de ésos.

El incidente muestra hasta qué bajeza ha caído nuestra clase política, que está integrada no sólo por políticos profesionales, sino también por los dueños de las televisoras, quienes, a pesar de la importancia de la noticia no hicieron un solo comentario en sus programas normalmente nutridos de chismes y escándalos, y vaya si éste es un gran escándalo.

Causa pena ajena que un hombre se desdiga de su palabra y la anule o trate de anularla afirmando que ésta no es válida porque él se encontraba enfermo. En un juicio ante los tribunales, esa retractación no tendría ningún valor; sin embargo, parece que para los noticiarios de televisión fue suficiente para cerrar el caso. Así también han de pensarlo quienes forzaron al ex presidente a esa vergonzosa retractación, pero por supuesto, están equivocados; el testimonio tiene toda al fuerza política por quien lo dijo y porque simplemente corrobora lo que la opinión pública ya conocía.

Otro punto que no puede pasarse por alto es el cinismo de quienes obligaron al declarante a desdecirse; quedará siempre la duda de cuál fue el nivel de los argumentos para que lo hiciera. Como no sabemos con certeza qué pasó, aunque alguna vez se sabrá, podemos sospechar que las amenazas fueron pesadas, pudieron haber sido sobre la integridad y la vida del mismo declarante o de sus familiares, a pesar de que está permanentemente protegido por una escolta del Ejército; pero también pudieron haber sido amenazas de revelaciones de actos cometidos por él o por personas cercanas a él, tan graves o más que las que reveló de su sucesor en la Presidencia de la República. Parece, en este caso, que habló quizá en un acto de descarga moral que seguramente le pesaba, pero se olvidó de que él o personas cercanas a él también pudieran ser exhibidos o denunciados públicamente en la misma forma que lo fue el ex presidente Salinas.

Las lecciones de este triste y vergonzoso sainete deben ser que quede más claro cada vez ante los ojos de la gente que hemos tenido y seguimos tendiendo dirigentes sociales de muy poca valía y de una falta de ética a tal grado, que bastaría para que la gente encuentre la razón de sacudirse a este tipo de gobernantes y dirigentes sociales, así como de los manipuladores a través de los medios, y reasumir la soberanía que le corresponde y que se encuentra por lo pronto secuestrada. No hay mal que por bien no venga.

jusbbv@hotmail.com

Tomado de: La Jornada 25/05/09

domingo, 24 de mayo de 2009

Carlos Monsiváis: Sobrevivir, ante crisis, elecciones e inseguridad

“La inteligencia de la ciudadanía se va a concentrar en la capacidad de sobrevivir” Carlos Monsiváis


Agencia Imagen del Golfo/ Crónica del Poder


Sábado, 23 de mayo de 2009.- “La inteligencia de la ciudadanía se va a concentrar en la capacidad de sobrevivir”, dijo el escritor Carlos Monsiváis ante los tiempos de crisis, de elecciones y de inseguridad. Expresó que “gane quien gane ganará el peor, y que es la sociedad la única que tiene la posibilidad de cambiar el rumbo”.



Al hablar de las dificultades en que vive el país, como la migración, la pobreza, la desigualdad, la delincuencia, la inseguridad, el tema de la censura surgió también en conferencia de prensa con el escritor Carlos Monsiváis.



El escritor mexicano dijo que “hoy la censura avanza en la medida en que la gente decide no informarse” pues, a pesar del acceso indiscriminado a información sin jerarquía, la población puede acceder con mayor facilidad a la información, documentarse y de esta manera incrementar su capacidad de pensamiento reflexivo y crítico, refirió.



Respecto a los tiempos electorales actuales y ante las especulaciones respecto al posicionamiento de los partidos políticos para la competencia de “la grande”, la silla presidencial, Monsiváis expresó que “hay un uso canallesco de campañas de odio de los políticos”.



No puede pensarse, dijo, en quién será el próximo en ocupar la silla presidencial, porque ante los problemas del país y de las crisis que se viven, “la inteligencia de la ciudadanía se va a concentrar en la capacidad de sobrevivir”.



“Gane quien gane gana el peor”, expresó, añadiendo que no es posible hablar de un partido u otro en cuanto a ganadores de elecciones, mucho menos al referirse a un próximo presidente. Y, respecto a quienes dicen tener nostalgia del PRI, aseveró “quien tenga nostalgia del PRI no tiene memoria”.



Ahondando en la política actual del país, Monsiváis se refirió a la figura presidencial diciendo que “De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, han hecho un gran trabajo para acabar con el mito del presidencialismo que suponía que el presidente de la república era quien más sabía y quien mejor podría manejar el poder, después de ver su actitud será difícil considerar que el presidente es el que más sabe”.



Lo importante, dijo el escritor, es saber si después de los escándalos del poder los ciudadanos se sienten contentos, satisfechos o conformes, esa sería la pregunta, expresó. “Lo que sí ya no es posible es que los ciudadanos después de los escándalos queden uncidos ante el enojo, el estupor, la contrariedad y el júbilo íntimo, eso sí ya no puede ser”, aseveró.



Asimismo, habló de la formación crítica de la población, diciendo que el “hartazgo” es quien llevará a la población a una evolución impredecible, porque “el hartazgo tiene consecuencias que no se pueden prever”.

viernes, 8 de mayo de 2009

Seguiremos hablando de cochinadas. Pérdida de confianza en la democracia simulada.

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

México, en vez de consolidar su democracia va en camino de convertirse en un Estado fallido caracterizado por “la descentralización del autoritarismo y la metástasis de la corrupción”. El resultado es un país donde “el Estado se vacía de poder y la sociedad de confianza”.

Lorenzo Meyer: Muñoz Ledo, ideas y política


Si la magnificada crisis de salud pública puso a prueba al pueblo de México, exhibiendo al mismo tiempo las onerosas carencias resultantes de un desmantelado deliberado de los servicios de salud pública a cargo del Estado, el “Derecho de Réplica” , libro de la autoría del controvertido y corrupto empresario Carlos Ahumada, cimbró a toda la Nación al poner en evidencia el estrecho vínculo de la cúpula del PRI y el PAN con el poder fáctico en el diseño y puesta en escena de un auténtico complot en contra de la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, bajo el considerando de que el político tabasqueño constituía “un peligro para México”.


La amenaza epidémica y todas sus consecuencias económicas y sociales, pasó a segundo plano. El tema a debate es el contenido y alcances del libro en cuestión, en tanto que confirma la percepción generalizada de que gracias al presunto complot que derivara en un grosero fraude electoral, Calderón Hinojosa, aprendiz de brujo, está hundiendo al país; careciendo en lo absoluto no sólo de legitimidad para desempeñar el cargo que ostenta, también de visión de Estado, sensibilidad política y capacidad para enfrentar los grandes retos de un Estado Nación que no logra trascender los terrenos del subdesarrollo. Así como en el caso de la influenza los cerdos no tienen la culpa, puesto que los marranos han sido otros, el peligro real para el presente y futuro del país, reside en el contubernio evidente entre un empresariado contrario a los intereses de la Nación y la oportunista y desclasada partidocracia bajo el control del PRI y del PAN.


Revolviéndose, lo más emblemático de la clase gobernante dice dudar de la autenticidad de los señalamientos anotados por Ahumada. “no es creíble en tanto que el libro aparece dentro del escenario del proceso electoral en puerta”, manifiestan los protagonistas de “Derecho de Réplica” pretendiendo evitar el cisma político. Gritos y sombrerazos serán inútiles, las condiciones en que vive México son propicias para que los ciudadanos, tras la presunción del fraude electoral del 2006, den por confirmada la ofensa. Andrés Manuel López Obrador ha sido el primero en afirmar que el contenido del libro de Ahumada confirma que la mafia que gobierna a este país, le robó la presidencia.


Ya habíamos comentado que destacados analistas políticos europeos manejaban la tesis de que la crisis sistémica global arrastraría, a su paso, a las anquilosadas estructuras políticas de una democracia simulada, previendo un ascenso organizativo y programático de movimientos contestatarios en la mayoría de los países del orbe, dispuestos a recuperar la representatividad secuestrada. Lo que es dable observar en México es la creciente crisis de credibilidad del sistema político y su falta de capacidad de maniobra para contener el también creciente malestar social. La crisis económica, ya calificada oficialmente como en recesión, así como sus manifestaciones recurrentes en materia de seguridad, educación, salud, alimentación y carestía, entre otras, hace de la vida política ente vulnerable, acercándonos a la peligrosa encrucijada de la ingobernabilidad.


En este contexto, no estaría de más releer a Porfirio Muñoz Ledo. Si “La Ruptura que viene” pone al desnudo al PAN y al régimen calderonista, hoy se hace imprescindible para entender medianamente un escenario en el que a la debacle de Acción Nacional se suma la del PRI, aliado en lo sustantivo de las fuerzas políticas y económicas retardatarias, internas y externas, que el primero representa. Si las confesiones de Carlos Ahumada, delincuente confeso, son o no creibles y aceptadas por la sociedad, lo que no se puede echar en saco roto es la profundidad de la crisis de los partidos políticos en México, así como la urgente necesidad de reconstruir al país a partir de una auténtica Reforma del Estado, desde abajo y con la participación consecuente de las mayorías.


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viernes, 24 de abril de 2009

Sublime obsesión

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce


No hay oficio político, memoria histórica, ni sensibilidad social en amplios segmentos de la clase política. Empezando con Calderón Hinojosa, se desentienden de los problemas torales de la Nación, concentrando ocupación y preocupación en los procesos electorales del 2009 y la sucesión presidencial del 2012. Mientras el país se desmorona, inmerso en la improvisación, ineficacia, corrupción e impunidad, nuestros políticos prestan oídos sordos a lo que de ellos piensa la llamada sociedad civil, que ya ha puesto a debate la idea, que cobra cada día mayor fuerza, de castigarles con el abstencionismo y el voto nulo.



Si para Calderón Hinojosa y su partido la elección del 2009 es vital y en ello concentran su mayor esfuerzo, en sus adversarios políticos prevalece igual tesitura. Todos contra todos en un escenario generalizado de “guerra sucia” (diseñada desde las entrañas del Partido Popular de España) que, lejos de atraer a los votantes potenciales, les vacuna contra la sola idea de participar en la contienda electoral en puerta; para el ciudadano común ya no escapa a su comprensión que el sufragio tiene como finalidad última, el legitimar el gatopardismo y la simulación de una partidocracia que, soportada en una nada gratuita parafernalia mediática, día con día se descalifica a sí misma.



En tanto que para una gran mayoría del pueblo de México, la versión del gobierno fallido cala en la realidad cotidiana, para la clase política y el poder fáctico que mueve la cuna, el país bien puede hundirse a condición de que sus intereses queden a salvo. La Nación va a la deriva y, pese a respetables advertencias que llaman a corregir el rumbo, nuestros políticos festinan con triunfalismos sin sustento el desastre anunciado.



Si en el pasado el guardar las formas satisfacía el ocultar el fondo comprometedor, hoy, con el mayor descaro, el fondo de inconfesables y oscuros intereses se exhibe con cinismo inaudito. Se le toque donde se le toque, la purulencia de una clase política enferma salta a la vista, sin que en esta medie el menor esfuerzo por reconocer y aceptar la profundidad de su crisis. Siendo, por tanto, creíble la tesis norteamericana del México fallido y, en consecuencia, la necesidad estratégica del vecino del norte de intervenir en el patio trasero para salvaguardar su propio interés. No resultando ocioso el que el gobierno de Barack Obama le imponga a México un embajador experto en tales menesteres.



El tiempo se agota. La crisis sistémica global impacta en todos los sectores y todas las regiones de un país estructuralmente indefenso. El Estado-Nación se venció a sí mismo transitando bajo los cánones del neoliberalismo salvaje, sin atender rezagos y demandas históricas; dilapidando valiosos recursos estratégicos y abriendo cauce a la violencia y al deterioro del tejido social. Hoy, sin que la partidocracia se de por enterada, con más del 40 por ciento de la población en condiciones de pobreza y pobreza extrema, desempleo en ascenso y caída del aparato productivo, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la CEPAL prenden focos rojos para México.



Nadie escucha. El país puede esperar. Frente al lastre de la sublime obsesión electorera de una clase política que medra contemplándose el ombligo, en solitario Andrés Manuel López Obrador tiende la mano a los mineros de Cananea.



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miércoles, 15 de abril de 2009

Que Se Vayan Todos...

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Con varios años de retraso y mediando más de siete horas de presunto debate, el pleno de la Cámara de Diputados por mayoría absoluta rechazó la tarde de hoy los dictámenes y proyectos de decreto, relativos a la revisión de las cuentas públicas del gobierno federal que encabezara Vicente Fox, correspondientes a los períodos 2002 y 2003.

Tras un intenso intercambio de lodo entre el PAN y los partidos de oposición, por lo ahí vertido en tribuna la conclusión a la que podría llegar la ciudadanía es muy clara: teniendo todos los partidos políticos representados en la Cámara Baja del Congreso de la Unión, una larga cola que les pisen en materia de simulación, corrupción, opacidad, e impunidad, todos son históricamente corresponsables de la debacle gubernamental que hoy vive la Nación frente a la crisis sistémica global. Ninguno se salva, por lo que, con todo respeto, como en la Argentina del 2001, lo más sano para México sería que se vayan todos.

miércoles, 1 de abril de 2009

El dinosaurio no tiene cola que le pisen

Como si los personajes de algún viejo mural de Diego Rivera cobraran vida, La Jornada de hoy con singular maestría muestra en imágenes lo que para México es el obsoleto sistema de partidos políticos.



“Si se fijan bien, no tengo cola que me pisen”, dijera Beatriz Paredes, expresión viviente del dinosaurio priísta, en el foro de discusión Espacio 2009, convocado por Televisa.



Soy enemigo del abstencionismo y del voto en blanco, pero... honestamente me pregunto: ¿votaría en julio próximo por personajes como estos?

martes, 31 de marzo de 2009

Marco Rascón: Memorias del olvido

En México el olvido es una fuerza nacional que nos hace posible regresar felizmente al pasado, como si hubiésemos cambiado. La gran fuerza emergente gracias al olvido es el PRI, que en nueve años logró que se olvidaran 70 años de régimen autoritario.

El olvido ha servido para restaurar el clientelismo priísta como política revolucionaria contra el neoliberalismo. Practicar la corrupción para combatir la corrupción, extorsionar y sobornar para la causa suprema de alcanzar el poder presidencial.

Gracias al olvido el fin justifica los medios y se puede hacer todo lo que hacía el PRI para decir que se combate a la derecha. El olvido es necesario para ser reaccionarios diciendo que somos revolucionarios.

Se olvida por interés, por conveniencia, por recomposición, por creer en otra cosa, por oportunismo, por engañarnos a nosotros mismos, por necesidad de cambiar, por sobrevivencia, por concluir y también por empezar.

Olvidar nos ayuda a justificar lo perdido, lo que no podemos cargar por nuestras debilidades, lo que queremos construir sin cimientos o crecer sin raíces. El olvido justifica la falta de historia y hace radicales desde el gobierno a quienes nunca lucharon por ganarlo.

La historia es la gran enemiga del olvido, por eso hay quienes combaten la memoria y los hechos del pasado para inventarse un presente crítico y luminoso. El olvido es el cemento de los advenedizos, los que nunca arriesgaron nada ni lucharon por nada y quieren destruir lo que jamás construyeron.

Los autoritarios de hoy, gracias a su inexistencia histórica, proponen acabar con lo que no controlan y dirigen desde lo que nunca han sido.

La memoria genera caos, desestructura a los sectarios, desenmascara a los agentes, revela a los enemigos del cambio. La memoria histórica, como antídoto del olvido, dibuja trayectorias políticas personales, desnuda a los provocadores y reventadores, a los que liquidan las fuerzas, porque éstas no se someten a sus designios.

La memoria sirve para descubrir alianzas añejas, coyunturales y actuales, donde los aliados se califican y se salpican unos a otros con la misma ética, aunque aparezcan en distintos teatros.

El olvido inmediato sirve para acusar falta de estatura y demandar decoro, mientras se instruye el fraude. La falta de memoria sirve para aquellos que, luego de construir el ejido, pidieron destruirlo por no ser viable.

Gracias al olvido hay los que exigen abandonar el barco, cuando nunca se han subido, y avientan anclas como salvavidas.

Gracias al olvido se puede cambiar de ruta y los que eran en todo caso compañeros de viaje, ahora son los que deciden los objetivos y el rumbo.

Los que ahora dirigen, no desde la tribuna, sino desde el púlpito; los que ofrecen la catástrofe como escalera se sustentan gracias a la fuerza del olvido y luego de ganar batallas se avergüenzan de sus soldados.

El olvido es una forma de ignorancia adquirida, a veces por omisión, otras por comisión.

El olvido sirve para inventarnos y decir que fuimos o somos distintos a los actuales. Olvidando el pasado se puede hoy, gracias al poder, construir estatuas de arena y creer a los que nos combatieron (porque desde nuestras filas ahora nos arengan) irnos al precipicio.

La política sin memoria, como diría Marx, es tragedia y es comedia, porque se repite. En México, gracias al olvido, el pasado se imita y, como en escenilla de gala, actores y público se sueñan en un hecho histórico haciendo teatro. La política sin memoria es historicidio, esfuerzo inútil, motivo de burla.

Gracias al olvido se presenta como inédito lo ya existente. Gracias al olvido se construyen ídolos a modo para cada ocasión. Gracias al olvido no hay que preguntar, porque toda respuesta puede destruir las estatuas de sal y las éticas más relumbrantes. No hay que olvidar que el olvido tiene su devoción y fantasía del poder, ya sea para que permanezca eterno, para que regrese o para que caiga, según sea desde abajo o desde arriba que se mire.

El olvido es la ideología del fariseo, del oportunista, del agorero, del quinta columna. Hay cosas inusitadas que hace el olvido: convierte al demagogo en puro y sincero.

Hay dos tipos de políticos: el que hace política con su ego, resentimiento y olvido y el que la hace con la memoria, la propuesta y el interés de todos. No se puede construir una nueva sociedad sólo con proyectos organizativos que van destruyendo y olvidando los anteriores, sin memoria ni propuesta para construir el futuro.

Hoy, gracias al olvido, al mismo tiempo que regresa el PRI paternal, bondadoso, represor, que es centro y derecha al mismo tiempo, patriarcal, idiosincrático, tricolor, único, inmortal, absoluto, generacional, raíz y cultura nacional, homenaje, fábrica de verdades, a la izquierda electoral se la lleva el carajo por haber querido ser como el PRI y haber terminado como su caricatura.

Por eso son necesarias las memorias del olvido, para no hacer de lo nuevo la repetición de lo que hicimos.

http://marcorascon.org

La Jornada 31/03/09