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miércoles, 27 de mayo de 2009

Humor negro

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

El humor negro tiene demasiadas fronteras: La tontería, la ironía escéptica, la broma sin gravedad...

André Bretón


En Veracruz la visión kafkiana de una ínsula sin mayor contacto con el mundo, guarda semejanza con la estrechez de miras del México concebido en la mente de un Antonio López de Santa Ana. Cuando menos, así se podría interpretar el surrealismo en que suele incurrir el Maestro Fidel Herrera Beltrán, cuando desbocado hace de la verborrea su propio epitafio político.


Seguramente nadie duda de las buenas intenciones del gobernador de Veracruz. Algunas encuestas incluso le califican con más de un 90 por ciento de aceptación entre sus gobernados. Y no faltará quien justifique su confrontación con el gobierno federal, en tanto ello sea en defensa de los intereses de los veracruzanos. Sin embargo, tampoco faltará quien coincida con aquello de que el auto elogio es vituperio. Los excesos verbales con los que de manera reiterada, hace centro de atención su imagen e incansable ir y venir, pretendiendo colocarse muy por encima de cualquier otro personaje de la fauna política nacional, le hacen incurrir en un auto canibalismo que habrá de lamentar.


No conforme con haber utilizado al niño Edgar Hernández Hernández para anunciar triunfalmente al mundo que en Veracruz no pasa nada, y hacer del poblado La Gloria ejemplo de eficiencia y eficacia de su gobierno en materia de salud pública y desarrollo humano, su afán propagandístico le lleva a declarar a esa misérrima localidad “destino turístico internacional”, como si el exhibir desigualdad, miseria y abandono fuera motivo de orgullo.


Cientos de comunidades veracruzanas, con cotidianos decesos certificados por enfermedad fruto de la miseria, por contraste se ocultan a la opinión pública destacando, eso sí, ante el mundo una inversión de apenas 5 millones de devaluados pesos, para acondicionar a La Gloria como destino receptor de ávidos turistas deseosos de satisfacer su morbo. Como inversión resulta más barato que montar un zoológico.


Pero si fuera poco tal despliegue de surrealismo, Fidel Herrera Beltrán se corona con una expresión de humor negro: Mientras en el concierto internacional la inminente pandemia por la influenza porcina, hoy “influenza humana”, sigue cobrando víctimas, registrándose ya en México 89 decesos, el gobernante anuncia a bombo y platillo que en los próximos días erigirá un monumento al niño Edgar Hernández, por haber sido el primer sobreviviente de la infección del virus A/H1N1, atendido y curado por su gobierno con ampicilina y paracetamol.


La atención a las demandas de los trabajadores del sector salud bien puede esperar.

No cabe duda, André Bretón y Kafka, se quedan chicos.

pulsocritico@gmail.com

http://pulsocritico.com

sábado, 7 de marzo de 2009

Gustavo Gordillo: catarritos a tsunamis

Mas allá de analogía, paradoja o hipérbole, algunas declaraciones recientes de funcionarios públicos o actores sociales relevantes, tienen un rasgo en común. Un profundo desprecio a la inteligencia de ciudadanos y ciudadanas.



La ironía del sentido figurado en las declaraciones del secretario de Hacienda está en que, como señala en Reforma Enrique Quintana (06.03.09), un catarrito lo puede uno resolver hasta con medicina casera en tanto que un tsunami lo más que se puede hacer es correr hasta una colina para evitar que las olas te arrastren.


La paradoja de los consejeros electorales del IFE es que para tener sensibilidad social dicen que tienen que desobedecer la ley en medio de una danza de sueldos que resultan ser insultantes.

Para ilustrar la gravedad de la situación de la seguridad pública y la urgencia de actuar que la circunstancia le imponía al Presidente un secretario de Estado advirtió que de no hacerlo podríamos tener a un presidente narco.


Mas allá de analogía, paradoja o hipérbole, algunas declaraciones recientes de funcionarios públicos o actores sociales relevantes, tienen un rasgo en común. Un profundo desprecio a la inteligencia de ciudadanos y ciudadanas.


Esto aparece claro en los tres problemas centrales que definen la coyuntura actual: la crisis económica, la seguridad pública y la crisis de representación política.


En lo que respecta a la crisis económica aún ahora el Ejecutivo federal se resiste a reconocer la profundidad y el horizonte de varios años que la caracterizará antes de que se pueda reconocer que se ha superado. No se trata de regodearse en el pesimismo o convertirse en agoreros del desastre. Se trata de partir de un diagnóstico sereno y prudente, compartido por la mayor parte de las fuerzas políticas y sociales. Sin fugas hacia adelante y capaz de generar la más amplia disposición para la acción y para su superación. Se requiere partir de reconocer su severidad para entonces plantearse instrumentos, programas y políticas que correspondan con la urgencia del momento.


Ahora que se hacen muchas referencias a la crisis del 29 y a la manera de enfrentarla por el gobierno de Roosevelt es útil recordar que las políticas públicas de entonces no salieron de la nada. Aunque el marco conceptual venía siendo elaborado por Keynes, fue sobre todo la audacia y sentido de Estado del equipo de Roosevelt que se abrió a aprender de la experimentación –del ensayo y error– lo que permitió convertir el marco conceptual ya existente en un cuerpo de propuestas públicas ampliamente compartido por todos los actores.


En lo que respecta a la seguridad pública todos sabemos que los ámbitos que requieren ser enfatizados son el lavado de dinero, el tráfico de armas, los centros de inteligencia del Estado y un amplio programa de prevención sustentado en la participación de jóvenes, vecinos y padres de familia. Pero en vez de deliberación pública que lleva a acuerdos y acciones compartidas lo que hemos tenido es reclamos mutuos. Y luego la más insólita de las peticiones que haya surgido de boca de políticos profesionales. Que no hay que politizar el tema de seguridad pública. ¡Al contrario hay que politizarlo precisamente para que no se deslice hacia una visión que privilegie sólo el uso de la represión! En medio de estos dimes y diretes se cuelan visiones hegemónicas caracterizando al Estado mexicano como un Estado fallido.


Empero es en la crisis de representación donde se condensa y magnifican las demás. Todas las encuestas de opinión desde hace varios años, pero más pronunciadamente en los últimos meses resaltan en el estado de ánimo de la ciudadanía un creciente foso de separación entre representados y representantes. Las bajas calificaciones que obtienen sobre todo partidos políticos y congresos junto con las altas calificaciones que en general obtienen en América Latina los presidentes de la República y el diverso grado de adhesión a la democracia señalan sin duda dónde se encuentra el centro de los bloqueos que impiden avanzar en un camino compartido para enfrentar crisis económica y seguridad pública.


http://gustavogordillo.blogspot.com

miércoles, 7 de enero de 2009

La economía de México, más sana que la de naciones ricas: Calderón

Estamos mejor que algunos países en desarrollo como Brasil, Rusia e India, asegura.

¿Usted lo cree? Yo tampoco.

La Jornada. Claudia Herrera Beltrán

México tiene menor riesgo financiero incluso que grandes economías como Japón, Reino Unido y Estados Unidos, por lo que está mejor preparado para enfrentar este año “complejo”, aseguró el presidente Felipe Calderón en su primer acto público del año. Al citar un reporte de noviembre de 2008 de la firma de inversión Merrill Lynch, señaló que México tiene uno de los menores niveles de riesgo del mundo, y está mejor que economías en desarrollo como Chile, Brasil, Rusia, Sudáfrica e India.

Después, la Presidencia de la República distribuyó una ficha donde señala que México resultó la segunda economía más solida y con mayor blindaje financiero en una muestra de 44 países analizada por Merrill Lynch. Por esta razón, en la inauguración del tramo Lechería-Cuautitlán del tren suburbano, afirmó que “por más difícil que sea la crisis económica, ésta es cíclica y quedará finalmente atrás”.


Calderón Hinojosa arrancó su discurso retomando las palabras del gobernador del estado de México, el priísta Enrique Peña Nieto, quien remarcó que éste será un año complejo. Pero el Presidente se declaró convencido de que los mexicanos “sabremos enfrentarlo con determinación y saldremos adelante.


Ver nota completa en: La Jornada 06/01/09