miércoles, 12 de marzo de 2008

La extrema izquierda y los opinadores

Apunte para gobernantes.com

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

“Debe ser una propuesta a favor de la soberanía, en la que se proponga una apertura gradual de la inversión privada nacional y extranjera en exploración y perforación, en tierra y en mar. Debemos tomar una posición muy clara. Respetamos a la nación, pero tienen que escuchar nuestra opinión”.

M.C. Fidel Herrera Beltrán. Gobernador de Veracruz

El interés por conocer de las diversas posiciones que se manejan en torno a la reforma energética, nos lleva a los ciudadanos de a pie a formular nuestras propias especulaciones sin más sustento que aquella información que nos proporciona la prensa nacional y sus opinadores. Por ello es relevante el que un intelectual veracruzano mejor informado, como Cirilo J. Rincón Aguilar, salga a la palestra y nos ilustre sobre los fundamentos del actual debate.

Para ubicar especulaciones diversas, Cirilo establece que la extrema izquierda parece olvidar que la soberanía reside esencial y originalmente en el pueblo y no en el petróleo; que es potestad de nuestro pueblo darse a sí mismo su propia forma de gobierno; que el nuestro, el Estado mexicano, es representativo, democrático y federal; que nuestra soberanía es única, inalienable e indivisible, manifestándose frente a otros estados como baluarte que impide la intervención de naciones extranjeras en los asuntos que solo competen a los mexicanos.

Así las cosas, partiendo de tales precisiones, resulta estéril tratar de especular en torno al petróleo, cuya explotación no tiene nada que ver con la soberanía que reside en el pueblo ni con el gobierno que deviene del pueblo y, mucho menos con el Estado mexicano que es representativo, democrático y federal.

Por cuanto hace específicamente a la explotación de los hidrocarburos, Rincón Aguilar agrega que hemos querido ver en el petróleo la fuente de la soberanía nacional, lo cual no es cierto desde luego, porque el México del 2008 nada tiene que ver con la precaria situación que en lo general vivía en 1938. (No aclara si en el nosotros el se incluye o se refiere a la extrema izquierda). Razón por la cual la explotación y beneficio de los recursos naturales debería dejar de ser trinchera política de quienes aferrados a la presidencia legítima, encuentran en el tema la oportunidad para mantenerse vigentes frente a los procesos electorales del 2009 y 2012.

De lo que se desprende que la condicionante para diferenciar al México de 1938 del de 2008, es la precariedad. Situación que afortunadamente no se da en los tiempos que corren. Ni el pueblo, ni el gobierno, ni el Estado mexicano padecen penuria alguna, luego se infiere que no sólo es inútil, también políticamente incorrecto tomar como trinchera la defensa de los recursos naturales propiedad de la Nación que es una cosa muy distinta a la defensa de la soberanía que reside en el pueblo. Hacerlo por parte de la extrema izquierda se reduce a encontrar tema para -en uso de la potestad que le confiere ser parte del pueblo-, darse la oportunidad para mantenerse vigente frente a los procesos electorales en puerta.

A partir de tal razonamiento, Rincón Aguilar hace una advertencia: “Estamos a tiempo para dar paso a la modernidad tecnológica que nos permita sin perder autodeterminación, ni rectoría en materia de hidrocarburos, insertarnos ventajosamente en el mercado petrolero, para dejar de ser exportadores de crudos y dependientes de empresas petrolíferas extranjeras dedicadas a la producción de refinados.

Cirilo J. Rincón, desafortunadamente no aclara en que consiste dar el paso a la modernidad ni tampoco si autodeterminación y rectoría en materia de hidrocarburos, tiene que ver con soberanía nacional. Así las cosas, si la extrema izquierda, término de por sí difuso, y quienes sin conocimiento de causa opinamos al respecto, no tenemos claro lo anterior, estamos más perdidos que Mouriño frente al Peje.

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