lunes, 19 de mayo de 2008

¡Ya basta!

Apunte para: Revista Análisis Político

En Perspectiva

J. Enrique Olivera Arce

Pleno consenso nacional en torno al ¡Ya basta! De Felipe Calderón Hinojosa. El país no puede permitirse el que el Estado mexicano esté a expensas del crimen organizado, que el tejido social se vulnere, y que los efectos colaterales deban pagarlos personas inocentes. En donde no existe consenso es en el cómo erradicar el flagelo. Para unos el camino debe ser el de más policías, más armamento, mayor intervención de las fuerzas armadas, en tanto que para otros, la ruta a seguir es la de una mayor participación e involucramiento de la sociedad civil en el combate a la delincuencia. Así como también se escuchan voces que proponen ir a la raíz del problema: el deterioro social y económico de varias decenas de millones de mexicanos. Lo cierto es que hasta donde le es dado conocer al ciudadano común, todas las vías deberían pasar por la previa erradicación de la corrupción en los tres órdenes de gobierno.


Este asunto, que ya toma visos de un problema de seguridad nacional, aunque es de interés general y así lo ve Calderón Hinojosa, periodísticamente puede y debe ser tratado responsablemente únicamente por quienes dominan el tema. Así que hasta aquí mi comentario.


No obstante, lo que si no se puede soslayar, es el hecho de que en este delicado asunto, como en un ramillete más de preocupaciones que son de la incumbencia de toda la sociedad, es denominador común la opacidad con la que las autoridades manejan el quehacer público. Predominando información proporcionada a la ligera que, una vez en manos de los medios de comunicación, se presta a la especulación y a la confusión. Desinformándose más que informar a la sociedad. Contribuyendo el mismo gobierno a su pérdida de credibilidad.


Sin información veraz y oportuna, se deja al criterio de cada quién el sacar sus propias conclusiones. Destruyendo y no construyendo consensos y participación conciente de la población en la búsqueda de respuestas viables para atacar y abatir problemas y rezagos, que hoy mantienen a la sociedad en un clima de incertidumbre.


Lo mismo tratase de la amenaza de una crisis alimentaria en puerta, que del tan traído y llevado asunto de la modernización de PEMEX. O bien del desempleo, el combate a la pobreza y la desigualdad, así como del tema de la seguridad pública. Un día nos amanecemos con una información determinada y, al siguiente día, con otra que desmiente, minimiza o magnifica la anterior. Nuestras autoridades locales, expresan apoyo incondicional al gobierno de Calderón Hinojosa, para más tarde informar que la federación le escamotea a Veracruz lo que en justicia le corresponde, por concepto de excedentes petroleros repartibles. Se dice que el gobernador Herrera Beltrán no está de acuerdo con que en el tema petrolero se violente la Constitución y días después, se le atribuyen declaraciones en las que considera que las aguas someras y profundas –mar territorial y mar patrimonial- , del dominio exclusivo de la Nación, son parte del territorio veracruzano y entidades federativas del sureste. Bajo esta óptica, los veracruzanos un día somos parte de la federación y al día siguiente somos sus acérrimos contestatarios.


Como dice el ex presidente Carlos Salinas, cuidándose muy bien eso sí, de señalarse como uno de los principales responsables, el país es hoy un desastre. Esta es la percepción generalizada en tratándose de la vida política, de la economía, y de las relaciones sociales que conforman el tejido social y la prevalencia del estado de derecho. ¿En que se funda tal percepción? En experiencias vitales de lo cotidiano, sin duda. Pero también en la precariedad del flaco favor que a la ciudadanía hacen los medios de comunicación, promoviendo la confusión que, a su vez, tiene como origen la ausencia de transparencia y claridad en el manejo de la cosa pública.


La opacidad y la desinformación en el ejercicio de gobierno, también es corrupción. Daña tanto o más al tejido social, que muchas de las manifestaciones de la delincuencia, organizada o común. Exigir transparencia es también responsabilidad ciudadana a comprometer. Si todos los mexicanos debemos sumarnos al ¡Ya basta!, que sea en todos los frentes de la vida en sociedad. ¿No estaría usted de acuerdo con ello, estimado lector?


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