viernes, 17 de abril de 2009

La crisis global, Harry Jackson, y los indígenas

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

En tanto que la prensa nacional, con cifras del INEGI, da cuenta de una caída acumulada del 15.6 por ciento en la producción industrial del país en lo que va del año, superando incluso el escenario negativo que se observara para este sector después de la crisis de 1994-1995, en Veracruz se aplaude el que la crisis sistémica global nos hace lo que el viento a Juárez. Resultando, por tanto, ocioso y políticamente incorrecto el que en una entidad federativa cuyo gobierno vive de espaldas a la realidad por así convenirle electoralmente, algún despistado funcionario navegue a contracorriente, opinando sobre lo que oficialmente no existe.

O el funcionario no lee periódicos, no está al tanto de los boletines oficiales difundidos por la mayoría de los medios informativos de la entidad, o bien, no participa en los cónclaves del círculo cercano al maestro Fidel Herrera Beltrán, en los que se diseña la estrategia mediática tendiente a ocultar los estragos de la crisis en Veracruz.

Sólo así se entiende que Harry Jackson Sosa, Director General de Desarrollo e Integración de las Zonas Serranas y la Población Indígena de Veracruz, se lance al ruedo hablando de la crisis mundial y sus efectos en la población más rezagada, desprotegida, y desatendida de la entidad, como quedó asentado en nota de José Morales, publicada en Diario de Xalapa en su edición del pasado martes 14 del mes en curso.

Garbanzo de a libra sólo comparable a los que acostumbra Carlos García Méndez, que exhibe la ignorancia del funcionario fidelista tanto en temas relacionados con el campo como en su “especialidad” en materia de desarrollo de los pueblos indios. Tras afirmar que la población indígena de Veracruz vive en paz y sin ningún problema, descubre el hilo negro aventurando la tesis de que la población de referencia vive del autoconsumo y produciendo para sus comunidades.

Ah pero eso sí, se cuida de afirmar que gracias al gobernador, estas atrasadas comunidades cuentan ahora con infinidad de caminos y puentes que les permiten acercar su abasto y bajar sus cosechas para obtener un ingreso.

Haciendo gala de su sapiencia, adquirida gracias a una maestría en España, no se conforma con tal descubrimiento. También descubre el agua tibia, señalando que ante la crisis mundial es la población indígena a la que menos afecta esta situación pues no tiene los problemas del consumismo, ya que no cuenta con un sinnúmero de servicios, como televisión por cable, celulares, internet, cuyos pagos un “ciudadano” normalmente tiene que estar enfrentando mes a mes.

Que bueno que los indígenas no son ciudadanos. Sólo faltó que el experto en desarrollo, para redondear sus tesis, afirmara que la crisis sistémica global no afecta al indígena veracruzano, a diferencia del “ciudadano”, pues históricamente ya está acostumbrado a no comer.

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