lunes, 12 de octubre de 2009

Izquierda en México. Llego el momento de la unidad

Astillero

Julio Hernández López



Es una provocación calculada. Los tutores estratégicos de Felipe Luzifuer creen que la debilidad de la izquierda previamente dividida, y el clima de linchamiento al SME claramente instruido a los medios oficializados, dejarán el camino abierto a la derecha prianal para la instauración largamente anhelada del Estado policiaco que mediante una represión institucionalizada permita el saqueo secuencial de la riqueza colectiva.

Es el golpe político y social más relevante del felipismo y, en general, del panismo federalmente gobernante: si la izquierda (social, partidista, electoral) es derrotada en este lance, habrán quedado instaladas las condiciones para una nueva era sombría, con supresión cínica o manipulación discrecional de lo que quedara de derechos y libertades, con manipulación televisiva impune y reforzada, privatización desscarada y delincuencial de los bienes nacionales y mano dura en el manejo del país doblegado.

No es el SME ni es un problema laboral: es el intento de establecer, usando al devaluado Calderón de parapeto, una tiranía mediática y empresarial. El triple play buscado es éste: deshacerse de una organización políticamente adversa, abrirle el camino a futuros negocios privatizados de amigos, socios y acreedores, y acelerar el proceso de marginación y criminalización de la protesta pública, en especial la relacionada con el lopezobradorismo.

Nadie debe engañarse: las historietas cándidas de lo electoral y el 2012 no tendrán sentido si hoy triunfa la intentona fascistoide. El punto no está en Peña Nieto, Salinas y Televisa por sí mismos o bajo la lupa tácticamente electoral. La clave del futuro, si se desea que haya futuro, está en la defensa inmediata del SME como derecho de asociación y de Luz y Fuerza del Centro como patrimonio nacional.

El momento de las definiciones ha llegado.

Columna completa en La Jornada 12/10/09

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