viernes, 2 de octubre de 2009

Fidel Herrera. De puentes a puentes, cuestión de enfoques

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Hace una semanas expresé que a mi juicio el puente más largo a recorrer por el Maestro Fidel Herrera Beltran, sería aquel cuyo punto de salida sería la entrega de la estafeta y, el de llegada, el marcado por la definición del candidato oficial de su partido para la contienda por la presidencia de la República.

Al respecto recibí diversos comentarios, coincidiendo la mayoría en que estaba equivocado en mi percepción. “Fidel tiene la suerte de brincar de una posición a otra sin mayor trámite y, siempre cae de pié. Para cuando concluya su mandato ya tendrá asegurada la continuidad de su exitosa carrera política”. Viniendo las opiniones de quienes conocen al gobernador desde el inicio de sus andanzas políticas, no me quedó de otra que aceptarlas. El prolongado puente que percibiera no parece ser tal. Sin embargo, ya está a la vista otro, de mayor envergadura, pesado en su transitar, plagado de baches y de no pocas piedras en el trayecto.

Tal puente no es otro que el que media de aquí a la entrega de la estafeta, y al que está obligado Herrera Beltrán a transitar con algo más que su inteligencia y olfato político.

De acuerdo a filtraciones, notas de prensa y los golpes bajos que con toda insidia lanza Miguel Ángel Yunes Linares a su acérrimo enemigo, el mayor problema a que se enfrenta hoy el gobernador y que sin duda habrá de prolongarse a lo largo del 2010, es el de lograr tapar con toda pulcritud y atingencia los enormes boquetes que se registran en diversos frentes de las finanzas públicas estatales.

Las arcas de la administración pública están quebradas. Se habla de adeudos a empresas constructoras, proveedores, bancos, financieras y el Instituto de Pensiones (IPE) superiores a la capacidad real de pago del gobierno estatal. Tan cuantiosa es la deuda, se dice, que las aportaciones federales que se espera recibir en lo que resta del año y las que la federación asigne para el siguiente, más remanentes de las bursatilizaciones, no serán suficientes para dejar satisfechos a los acreedores y dar término a múltiples obras de infraestructura ya iniciadas. Amén de las exigencias sociales de compromisos no cumplidos.

Miguel Ángel Yunes Linares no anda tan errado, se comenta. Conoce cual es el lado flaco de la actual administración pública y hacia allí van dirigidos sus golpes mediáticos que, por cierto, involucran al anterior secretario de planeación y finanzas y hoy diputado federal, Javier Duarte de Ochoa.

Dada la opacidad en el manejo de la cosa pública, habría que contar con una bola de cristal para saber a ciencia cierta de que tamaño es el boquete. Pero los indicios que se filtran, como el caso de la empresa a cargo de la construcción del puente de la Plaza Cristal, que está contra la pared a media obra a consecuencia de lo que se le adeuda, o las inoportunas declaraciones de la burocracia estatal respecto al adeudo al IPE, entre otros, apuntan a que los problemas financieros del gobierno estatal pueden considerarse como graves, al grado de que ya se duda pueda cumplir con el pago de aguinaldos en diciembre próximo.

Para tratar de salir adelante, el Maestro Fidel Herrera solicita al Congreso del Estado la autorización de un presupuesto del orden de 65 mil 300 millones de pesos para ejercerse en el 2010. Cifra superior en un cinco por ciento a lo autorizado para el presente ejercicio fiscal.

Cuando se gasta más de lo que se dispone, hay problemas. Esperemos no sea el caso de Veracruz, de lo contrario, transitar con éxito por este puente monumental, efectivamente sería el gran reto para lo que resta de la administración a cargo de Herrera Beltrán.

Como es de esperarse, opiniones calificadas podrán convencerme nuevamente de mi error de apreciación. Ya veremos.

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