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sábado, 21 de noviembre de 2009

Duarte de Ochoa, Yunes Linares, y la bursatilización

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Terca realidad que siempre termina por imponerse por sobre la ligereza del discurso. No pasó mucho tiempo para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación diera fin al bizantino debate sobre bursatilización y deuda pública en Veracruz. De acuerdo a la declaración de inconstitucionalidad emitida en el caso de Sonora, bursatilizar recursos que el gobierno local reciba de los impuestos y de las participaciones federales, es simple y llanamente deuda pública sujeta a transparentarse y fiscalizarse.

Dictada la última palabra por los ministros de la Corte, cae por su propio peso todo el esfuerzo aplicado en la entidad a tratar de convencer a la ciudadanía de que por ningún concepto con la bursatilización del impuesto a la tenencia de automotores y participaciones federales, se incrementaba la deuda de la administración a cargo de Maestro Fidel Herrera Beltrán.

En muchos casos se podría considerar que el afirmar que bursatilización no es deuda, fue simple seguidísmo con un mucho de oportunismo de quienes por ignorancia así lo manifestaran. No así en el caso del ex titular de la SEFIPLAN que, como bien señalan sus apologistas, es todo un experto en administración y finanzas públicas; obligado entonces por su formación académica y cargo que desempeñara, a expresarse con verdad, antes al contrario, correspondió al ahora diputado federal Javier Duarte de Ochoa ser el más entusiasta defensor de que la bursatilización por donde se le viera no constituía técnicamente de manera alguna deuda pública y así, sin duda, se lo hizo saber al gobernador. Hoy, gracias a lo dispuesto por la Suprema Corte de Justicia, no sólo se tragará su insistente dicho sino que sienta un precedente de mentiroso, lo que pesará sin duda en su aspiración a gobernar a los veracruzanos.

Precedente negativo que habrán de compartir los diputados locales que con tanto entusiasmo votaran a favor de la aprobación de la iniciativa que diera lugar a las bursatilizaciones, con excepción de Héctor Yunes Landa quien oportunamente pidiera se pospusiera la discusión y aprobación en su caso, en tanto no se conociera el dictamen de la Corte por el caso Sonora. Y más todavía, los diputados de la oposición que se negaran a firmar la demanda de inconstitucionalidad de lo aprobado por el pleno de la Legislatura local tras haber votado en contra.

Lo que ahora estaría en la mesa de debate, es si de acuerdo con el dictamen de la Corte, el gobierno de Veracruz está dispuesto tanto a aceptar que efectivamente se incrementó la deuda pública con las bursatilizaciones y en que monto, así como a reconocer la obligación de transparentar y dar cuenta al Congreso local y a la ciudadanía sobre el destino y resultados de los recursos bursatilizados, o se hará de la vista gorda. Sobre todo cuando está siendo cuestionado su manejo por parte de algunos ediles que, presuntamente, les han dado un destino poco claro y distinto a lo autorizado por la Legislatura.

Debate que por principio ya está contaminado e inscrito en el proceso electoral en marcha. Duarte de Ochoa se ha manifestado pública e insistentemente en contra de un mayor endeudamiento de la administración pública y, bajo ese argumento, justificó el que la diputación federal priísta hubiere votado a favor del incremento del ISR y el IVA contemplado en la Ley de Ingresos de la Federación y la Miscelánea Fiscal para el 2010, en tanto que el director del ISSSTE y aspirante a la gubernatura de Veracruz por el PAN, haya insistido en que con la bursatilización se disparaba la deuda pública del gobierno estatal a niveles nunca vistos.

En uno y otro caso, el Maestro Fidel Herrera Beltrán queda en medio y obligado a manifestarse públicamente al respecto. Si lo dispuesto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para con el gobierno de Sonora, tiene aplicación o no en Veracruz es un tema relevante que debe quedar claro para la ciudadanía.

domingo, 18 de octubre de 2009

La obediencia ciega no siempre es la mejor virtud

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

“Siempre una obediencia ciega supone una ignorancia eterna”

Anónimo

No causó sorpresa el que el Dr. Carlos García Méndez, en rueda de prensa, expresara su legítima aspiración a ser candidato del PRI a la alcaldía de Xalapa. Desde semanas atrás su nombre circulaba entre los medios de comunicación como uno de los probables aspirante. Podríamos afirmar que la declaración del propietario de la Universidad de Xalapa y secretario de desarrollo económico y portuario en la actual administración pública estatal, fue ampliamente aceptada por importantes sectores de la población.

Carlos García Méndez, hombre de bien, de origen humilde, forjado en la cultura del esfuerzo y sin duda uno de los xalapeños que más ha contribuido a dar respuestas concretas al problema del desequilibrio entre demanda y oferta de educación superior en Veracruz, ante la incapacidad real del sector público para atender a un creciente número de jóvenes que solicitan ser admitidos en la Universidad Veracruzana. A juicio de muchos de llegar a concretarse su aspiración, sería un magnífico candidato del tricolor y, de así determinarlo el voto popular, un buen alcalde para la capital veracruzana, pero, pues nunca falta un pelo en la sopa, a mi juicio el anuncio de su aspiración aunque oportuno y respetuoso dados los tiempos que corren, se da en el contexto de un discurso que para la gran mayoría de los xalapeños carece de credibilidad.

Tanto se ha plegado al manido discurso fidelista, triunfalista y sin sustento real, de un crecimiento económico acompañado de generación de miles de empleos a partir de la promoción de la inversión extranjera y la focalizada política de exportación de bienes y servicios, que al igual que Américo Zúñiga Martínez, también aspirante a la alcaldía, ya no se les reconoce seriedad.

No se puede ocultar el sol con un dedo. La realidad que vive Veracruz y específicamente, su capital, Xalapa, contradice el discurso triunfalista. Se destaca y presume por parte de la administración pública estatal que a nuestro terruño no ha llegado la crisis que sin distingos afecta al planeta entero; que el sector privado mantiene en alto su aportación de capital al crecimiento de la planta productiva; que el número de empleos generados en los últimos cuatro años supera a la media nacional y, que el desempleo ni se ve ni se siente gracias a la acertada política de promoción del desarrollo del gobierno de Fidel Herrera Beltrán. Nada más alejado de la realidad, constatándose cotidianamente que es mayor el número de despidos y de demandantes de trabajo que el número de empleos generados; medianas y pequeñas empresas están cerrando por falta de demanda real y crédito bancario para sostener los negocios y que, las nuevas inversiones, en su mayoría de capital extranjero, se dan focalizadas en unas cuantas ciudades o regiones de la entidad, entre las que no figura el municipio de Xalapa.

No se puede tener credibilidad cuando la realidad que se vive está tan alejada del discurso oficial. De ahí la disyuntiva para quien desee gobernar a una ciudad cada vez más ingobernable: o se acepta la realidad congruentemente con las necesidades reales y sentidas de la población, o se atiende al compromiso con el gobernador del estado, apegándose al libreto dictado desde palacio.

Lo he dicho. Fidel Herrera Beltrán ha demostrado ser un magnífico primer violín, pero no cuenta con orquesta para ofertar al público una sinfonía a la altura de las necesidades de Veracruz. No ha sabido delegar responsabilidades en sus cuadros administrativos de primer nivel, no confía en estos, los trata como empleados a su servicio y les asigna lo mismo subsecretarios, directores generales, secretarias que barrenderos. Tiene más autoridad, iniciativa y libertad de acción un operador político de medio pelo, que un miembro distinguido del gabinete con nombramiento de Secretario. La condición para mantenerse en el cargo, es la obediencia ciega y ese es el caso del Dr. García Méndez. El haber sido obediente y siempre dispuesto a satisfacer los deseos del patrón, es su virtud y al mismo tiempo su lado flaco como aspirante a la alcaldía de Xalapa. Como rector de la Universidad de Xalapa, brillaba con luz propia siendo aceptado y querido en la comunidad, como Secretario de Desarrollo Económico es una sombra más entre el montón de fieles cortesanos.

La aspiración de Carlos García Méndez es genuina, honesta y legítima. Su deseo de servir a los xalapeños es indudable. Conoce bien el municipio, desde abajo, a sus paisanos y a la peculiar idiosincrasia de una sociedad que vive con intensidad cada día de quincena. Es conocido y apreciado en amplios círculos sociales. Eso debería bastarle para ver concretadas sus aspiraciones políticas, ojalá y entienda que para la ciudadanía no siempre la obediencia ciega es la mejor virtud.

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miércoles, 7 de octubre de 2009

¿Se descarta Duarte para la gubernatura?


Al filo de la media noche de ayer martes, el portal Crónica del Poder, difundió lo siguiente: Veracruz, Ver.- El diputado federal del PRI por Córdoba y nombrado moral por Coatzacoalcos y los Tuxtlas, Javier Duarte de Ochoa, descartó que aspire a suceder al gobernador Fidel Herrera Beltrán en la gubernatura del estado, ya que se encuentra enfocado a sus actividades legislativas.


En entrevista celebrada en el aeropuerto “Heriberto Jara Corona”, el legislador priista agradeció a sus compañeros que lo vislumbren como posible candidato gobernador rumbo a las elecciones del 2010, sin embargo, aseguró que cuenta con otros proyectos que requieren su atención.


Javier Duarte de Ochoa, aclaró que no es quien para juzgar o evaluar si los datos de la encuesta Consulta Mitofsky son reales como fueron cuestionados por el diputado local, Héctor Yunes Landa. “A mí no me corresponde hablar de esos resultados”. Dijo que su prioridad está en trabajar bien como diputado federal, “esa es mi tarea y responsabilidad. Mi trabajo en estos momentos está enfocado como legislador federal, para eso fui electo” reiteró.


Sobre la posición del diputado local, Héctor Yunes, “es una aspiración legítima, él tiene sus objetivos, como compañero lo respeto, tiene su capital político. La verdad, agradezco a mi partido que me considere parte del grupo de posibles para ser candidato al gobierno del estado, pero mi trabajo está enfocado como legislador federal, para eso fui electo” expresó.


¿Será una finta más, o se desinfló Javier Duarte, hasta ahora delfín de Herrera Beltrán para sucederle en la gubernatura de Veracruz? Esa va a ser la interrogante motivo de discusión entre la clase política veracruzana.

domingo, 23 de agosto de 2009

Veracruz. Duarte de Ochoa se deslinda. A buen entendedor pocas palabras

Pulso Crítico

J. Enrique Olivera Arce

Tras la tormenta en el vaso de agua al interior del partido fiel, el diputado electo Javier Duarte de Ochoa tranquilizó las aguas. Sus declaraciones en entrevista banquetera fueron claras y contundentes: En ningún momento se ha manifestado como aspirante del PRI a la gubernatura de Veracruz. Palabras más, palabras menos, a quien se le considera el “delfín” del gobernador Herrera Beltrán cuando menos de dientes para afuera se auto descalifica como uno más de los adelantados que han hecho pública sus futuristas aspiraciones.

El futuro legislador se dice respetuoso de los tiempos marcados por el PRI y ya llegará el momento en que de acuerdo a las circunstancias diga esta boca es mía, dejando en libertad a Héctor Yunes Landa, José Yunes Zorrilla y Ranulfo Márquez Hernández, más los que se les sumen, a actuar como mejor les plazca, corriendo estos el riesgo inherente a ir en contra de las disposiciones del ahora partido rojo fidelidad, que en tono amenazante emitiera la figura decorativa que representa el papel de líder formal del priísmo en la entidad.

Nueva estrategia mediática del diputado federal electo, o sincera y honesta actitud de respeto a lo que llegado el momento el partido disponga, lo cierto es que sus declaraciones no se las traga nadie. El señor está en campaña, su imagen en los medios es tema de todos los días, sus declaraciones no se corresponden con su actual status de diputado federal electo, y su protagonismo le lleva incluso a desconocer que la voz cantante de la futura bancada priísta veracruzana en la Cámara de Diputados le corresponderá llevarla al Maestro Juan Nicolás Callejas Arroyo.

Sea como sea, sana intención de acallar el desborde de los medios y asumir una actitud humilde de respeto a los tiempos previstos, o cambio de estrategia hacia el interior de su partido, es buena señal. El invento del gobernador empieza a aprender a manejarse por sí solo, a frenar su verborrea y a concretar amarres, librándose del golpeteo mediático y evadiendo el insidioso acoso del ejército de reporteros que insten en hacerlo desbarrar, asumiéndose como el número uno entre quienes aspiran a suceder al Maestro Fidel Herrera Beltrán.

Sin embargo, nunca falta un pelo en la sopa. Así como inteligentemente se deslinda de un anticipado destape, en las mismas declaraciones se asume como revolucionario e institucional, pretendiendo ser congruente con la etiqueta de su partido. Como institucional no duda cabe, es leal a la camiseta y sobre todo fiel con el que dicen manda en Veracruz. Como revolucionario estaría por verse, pues hasta el día de hoy no da muestras ni siquiera de atender a discurso de tinte social demócrata de Beatriz Paredes Rangel, Presidente Nacional del tricolor, en su intento de mostrar el tan llevado y traído rostro renovado de la hoy primera fuerza electoral. El discurso de Duarte de Ochoa, pobre y repetitivo, es abiertamente neoliberal, contrario a lo que de la crisis espera como respuesta la ciudadanía; además, fuera de lugar porque en su calidad de diputado electo, no tiene ningún peso su reiterada propuesta de modificar rumbo y destino del presupuesto federal para el 2010.

Para nada refleja la rebeldía que como joven de el se esperaría, antes al contrario, conservador y proclive a la vida muelle, su imagen refleja lo contrario. Pero bueno, no se le pueden exigir peras al olmo, ya aprenderá si sabe abrevar de conocimientos y experiencia de no pocas vacas sagradas con las que habrá de compartir tareas comunes en la LXI Legislatura federal.

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jueves, 20 de agosto de 2009

Dante Delgado, quiere y puede



Con su magnificada imagen de fondo y escenas de sus innumerables participaciones en tribuna, Dante Delgado Rannauro dio su informe de su desempeño como Senador de la República representando a Veracruz. Ante la presencia del Gobernador de la entidad, Fidel Herrera Beltrán y más de dos mil militantes y simpatizantes de Convergencia, Dante expuso objetivamente que los veracruzanos no se equivocaron al elegirle como Senador con más de un millón de votos.

El Sendero de Veracruz. 20/08/09

miércoles, 5 de agosto de 2009

Izquierda veracruzana. Frente único, programa mínimo

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

En tanto que en el Distrito Federal con vías a la elección presidencial del 2012 el perredismo se pierde en una eterna e insoluble confrontación de todos contra todos, la izquierda electoral y social en Veracruz marcha al garete. Uncida al intercambio de dimes y diretes entre quienes están con “los chuchos” y quienes se dicen seguidores de Andrés Manuel López Obrador, lo que queda del PRD arrastra en su caída lo mismo a Convergencia y el PT que a amplios sectores de la izquierda social que se mantienen al margen de la militancia formal en la izquierda electoral, perdiéndose de vista que previa a la elección del 2012 en la entidad tendrá lugar en el 2010 la elección de gobernador, diputados locales y presidentes municipales.

Privilegiar el presente por sobre lo que en el 2012 dicten las cambiantes circunstancias de la vida política del país, debería ser la preocupación central de la izquierda electoral y social de Veracruz.

Los desastrosos resultados de la reciente elección de diputados federales, tendrían que inscribirse en tal contexto. La izquierda en Veracruz no puede seguir gravitando en torno a la desgastante confrontación cupular de las tribus y camarillas perredistas que se disputan el poder en el Distrito Federal, como tampoco resulta políticamente razonable el reproducir a nivel local el todos contra todos. Para la izquierda veracruzana cabría hacer un alto en el camino, recurrir a la autocrítica y muy pragmáticamente, en la coyuntura, proponerse un pacto de unidad sin sectarismos estériles que en torno a un programa mínimo consensuado, se tome como punto de partida para la construcción de un frente amplio opositor al bipartidismo que objetivamente el PRI y el PAN construyen con vías a la elección del año próximo.

Partiendo de la amarga experiencia del pasado cinco de julio, está visto que la conformación de tal frente no sería viable sin el previo consenso desde abajo de las bases partidistas del PRD, Convergencia y PT, y al margen de las disputas cupulares e intereses creados de las actuales dirigencias.

A mi juicio, la viabilidad de éxito relativo de tal esfuerzo organizativo radicaría en la adopción de la fórmula de candidatura única de aquellos que resultaran los más idóneos y mejor posicionados para contender por la gubernatura, las alcaldías y diputaciones locales en los distritos en los que se cuente con presencia real de la izquierda electoral y social, sin caer en falsos espejismos.

Por lo que toca al candidato único a la gubernatura, en términos prácticos y atendiendo a la realidad que se vive en la izquierda, no hay mucha tela de donde cortar; las dos únicas cartas de que en la coyuntura se podría echar mano serían los senadores Dante Delgado Rannauro de Convergencia, y Arturo Hérvis Reyes del PRD, con la salvedad de que el segundo está involucrado en la pugna cupular perredista e identificado como uno de los artífices del derrumbe de su partido en Veracruz. Reduciéndose por tanto, pragmáticamente, a una única opción viable, Dante Delgado Rannauro; Este sería el llamado a convencer y aglutinar a las diversas corrientes de la izquierda electoral veracruzana, así como sumar al frente único tanto a la izquierda social como a los ciudadanos identificados con un indefinido centro del espectro político que no contemplando como opción al PRI o al PAN se mantienen al margen de la contienda electoral, como se observara el pasado cinco de julio.

A mi modesto entender, lo anterior sería la salida más idónea para la hoy dispersa y en permanente conflicto izquierda veracruzana. Seguir dependiendo de lo que para 2012 se decida en el Distrito Federal y gravitando en torno a un inacabable estira y afloja en el que lo único que impide la honrosa sepultura del PRD, es ni más ni menos que el aferrarse a las prerrogativas y prebendas de una burocracia partidista que se niega a renunciar a sus cotos de poder. Si en Veracruz no se quiere entender así, la izquierda en la entidad seguirá dando vueltas en la noria, renunciando de hecho tanto a ser opción electoral en el 2010 como a jugar el papel que le corresponde sumándose a la tarea de transformar a México.

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miércoles, 29 de julio de 2009

Veracruz. Maniqueísmo priísta

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Para que tanto brinco estando el suelo tan parejo. En Veracruz el pasado cinco de julio la ciudadanía eligió 17 diputados priístas y 4 de extracción panista para que en teoría le representen en la Cámara baja del Congreso de la Unión. El voto nunca implicó el elegir a tal o cual personaje como el idóneo para aspirar a una candidatura a la gubernatura del estado en el 2010. Mucho menos implicó carta blanca a ninguno para que se asumiera como el único llamado a contender por tal o cual partido político. Y sin embargo, en el PRI tiene lugar una mediática tormenta en un vaso de agua, porque uno o varios encumbrados militantes se niegan a reconocer como verdad indiscutible que, entre otros resultados del proceso electoral, quienes sufragaran a favor del tricolor han distinguido a Javier Duarte de Ochoa como el oficialmente llamado a ser el candidato oficial del tricolor.

Nadie se chupa el dedo. Todos sabemos que al interior del PRI lo que menos existe es democracia. La base militante no toca baranda cuando se trata de designar candidatos a cargos de elección popular. Mucho menos los despistados que votan por el tricolor porque no saben hacer otra cosa. La cúpula partidista, en nombre de la unidad y disciplina, es la única autorizada para “elegir” a quien, o quienes, por así disponerlo el gobernador en turno, deba representar al partido en la contienda electoral.

Bajo esta premisa, y toda vez que de palacio de gobierno explícitamente aún no sale humo blanco a favor de nadie, resulta absurdo que a quienes se sienten merecedores a ser tomados en cuenta para la designación de candidato oficial a la gubernatura del estado, no solo se les niegue tal derecho sino que, incluso, se les ponga en la picota como traidores. ¿Traidores a quién o por qué? Bueno, para la antidemocracia priísta, es obvio. Quienes aspiran ignorando el “mandato popular” a favor del diputado electo y ex titular de la secretaría de Finanzas, traicionan al que dicen manda en Veracruz.

Para nadie escapa que Javier Duarte de Ochoa es el delfín de Fidel Herrera Beltrán y su Sra. Esposa, Doña Rosa Borunda de Herrera. Quienes pretendan ignorarlo, bajo el supuesto que sea, o no conocen del surrealismo de la política veracruzana, o se pasan de ingenuos. Sólo hay un candidato, el mío, diría el gobernador, bajo el supuesto de que habiendo perdido el piso incurriera en un maniqueísmo fuera de época, afirmando que: “Quienes no están con mi candidato están contra mi”. Así que aquellos que unilateralmente, por ignorancia o ingenuidad, se declaren como aspirantes a la candidatura priísta a la gubernatura estatal, estarían violando el principio de autoridad que emana del titular del poder ejecutivo estatal. Así de simple. Luego se hacen merecedores al mote de traidores a su gobernador, a su partido, y a quienes se decían sus amigos.

En una entidad plural en la que se presume es democrática, tolerante e incluyente, toda esta tormenta en un vaso de agua raya en el absurdo. Sólo en Veracruz podría darse. Faltando aún varios meses para que los partidos políticos inicien el proceso interno de selección de candidato a la gubernatura, los veracruzanos debemos asumir que para el PRI no hay más que de una sopa: Javier Duarte de Ochoa.

Para quienes no comulgamos con el tricolor, honestamente nos debería dar igual si es uno o varios los aspirantes. Respetando el modo de hacer las cosas del priísmo, es su rollo. Pero de ninguna manera es aceptable que pretendan involucrar a toda la ciudadanía en su absurdo proceder. O lo que es peor aún, que gobierno y partido enfrascados en su tormenta, destinen tiempo y dinero de los contribuyentes en asuntos baladíes cuando la entidad está urgida de atención a temas de mayor prioridad.

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lunes, 27 de julio de 2009

Como dice la canción, Javierito va

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Adquirida la diputación federal, haiga sido como haiga sido, al joven delfín toca ahora ganarse el derecho a ser considerado el único, el ungido, el llamado a ser elegido por el priísmo veracruzano como su candidato a la gubernatura. En sus manos está el ser el legítimo representante de la Fidelidad en los comicios del 2010, o verse reducido al triste papel de aspirante fallido, incapaz de mantener con decoro la confianza que en él depositara el mecenazgo.

Consciente de ello, Javier Duarte de Ochoa se deja llevar de la mano, puebleando, de norte a sur y del este al oeste, esforzándose armado del gastado mensaje pre fabricado que lleva en las alforjas como su mejor carta. Aquí no pasa nada y si pasa, estamos blindados. La bancada priísta veracruzana habrá de encargarse de velar para que en la entidad se transite con paz y prosperidad a la fiel continuidad del gobierno cercano a la gente.

Y que mejor blindaje que seguir bursatilizando, no importa si se trata de recursos públicos destinados por el Congreso de la Unión a infraestructura y combate a la pobreza, o las pantuflas de la abuela. Bursatilizar es la consigna, pignorar el futuro de Veracruz es el objetivo.

El otro rollo. El aportar lo mejor de sí para hacer valer en San Lázaro las demandas de un mejor destino para Veracruz, por la primera, la segunda, la tercera o la cuarta vía, o por el camino que fuere, huecas abstracciones quedaron en el camino. La tarea que le fuera encomendada para destacar entre el montón de diputados, está truncada. Le fueron cerradas las puertas en las comisiones de hacienda y presupuesto de la Cámara baja. En otras, de menor valía, ni las quiere ni puede, el sólo sabe de debe y haber, al fin contador y experto en los riesgosos juegos de la bolsa de valores. No por nada es el exhibido padre putativo de la deuda simulada.

Como dice la canción del jibarito, Javierito va. Y ahí va el joven y simpático cordobés, siempre de la mano de su protector e interesado amigo. Ahora caminando, ahora trotando, sudando la gota gorda, presidiendo pantagruélicos banquetes, en pos del tamaño requerido para quien en suerte le toque contender contra verdaderas chuchas cuereras, como Miguel Ángel Yunes Linares y Dante Delgado Rannauro. Hay que crecer. Lo sabe y sufre. Imagen, voz, origen y gastado discurso neoliberal no contribuyen a ser calca fiel del mecenas ni lo que de genio y figura espera la agitada y turbulenta ola roja hoy al servicio de la fidelidad.

Terrible paradoja. Para crecer políticamente debe disminuir su imagen de pre candidato impuesto.

Temeroso escucha los pasos de los enanos del tapanco. Aquellos que al mecenas le crecieran a destiempo. La amenaza es real, se dice para sus adentros. No por crecidos dejan de representar peligro para el familiar proyecto que, a contracorriente y sin contar con la venia de Beatriz, Manlio o el futuro “gaviotazo”, le señala como fin último gobernar a Veracruz.

Solo, porque solo se transita por los caminos de la vida cuando amigos y comparsas son comprados, no afloja el paso. Pueblear es su tarea, lo de legislar ya es secundario, al fin propuesta de campaña. Hoy y a lo largo de los próximos meses pueblear es su destino. Suerte si en el camino recoge polvos de aquellos lodos, no los de la contienda sucia, sino aquellos que hablan de mejores tiempos del tricolor; de ideas, de propuestas, de compromiso partidista, de experiencia y madurez política, de todo eso que hoy se le niega a una juventud que en la fidelidad sustenta tráfico de influencias, enriquecimiento al alcance de la mano, simulación e impunidad.

Polvos de aquellos lodos que si no le ayudan a obtener el cargo a que aspira, cuando menos, en un futuro no lejano, le permitan en su momento ser de su tierra natal un buen alcalde.

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martes, 14 de julio de 2009

Veracruz. Vaya que si apesta el PRD

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

El consejero nacional del PRD Enrique Romero Aquino, dijo que buscará junto con sus allegados en el estado crear un frente de Izquierda que incluya a Convergencia y al PT para impulsar a Andrés Manuel López Obrador a la gubernatura de Veracruz. Recordó que para ser aspirante solo se requiere que uno de los padres del implicado sea veracruzano, y la madre de AMLO es nacida en Tres Valles, por lo tanto él puede pasar como aspirante.


Vaya desfachatez. En primer término el PRD en Veracruz ya no está en condiciones de proponer nada. A nivel estatal tocó fondo y sin expectativas de reponerse. A lo que habría que agregar que con la decisión cupular adoptada por las diversas corrientes o “tribus” en Morelia, de reconstruir al instituto político y mantener la unidad a partir de la permanencia de Jesús Ortega en la presidencia nacional del “sol azteca”, el partido anuncia a la militancia su más que obvio funeral a nivel nacional.


El tal consejero, que no es otro que uno más de la mafia veracruzana artífice del cochinero que hundiera al partido en la entidad, no sabe leer, está ciego, o padece alguna discapacidad mental, para no darse cuenta que el PRD en la pasada elección perdió su oportunidad de reivindicarse ante la sociedad. Está tan muerto en Veracruz como a nivel nacional la pretensión de los lopezobradoristas de rescatar la estructura del partido desde adentro. Ya apesta el cadáver y no hay un alma caritativa que así se lo haga saber.


Tampoco tiene memoria. Ya olvidó que la dirigencia estatal le dio la espalda al movimiento nacional en defensa del petróleo, a AMLO y a su propia militancia. Que se sometió al gobierno de Fidel Herrera Beltrán unciéndose al llamado pacto de gobernabilidad, y que artificiosamente construyera un escandaloso cochinero en el relevo de dirigentes nacionales y estatales. Y, por si fuera poco, se negó a la coalición electoral con el PT y Convergencia rompiendo el Frente Amplio Progresista.


Pero puede más la necesidad de seguir pegado a la ubre de las prerrogativas. De ahí la oportunista postura de colgarse de AMLO, sabedor de que sin el político tabasqueño, el PRD en Veracruz, solo, no tiene nada que hacer en la próxima elección del 2010, por más esfuerzos que realice Uriel Flores Aguayo, el único que en congruencia no obstante estar en contra de la dirigencia estatal y nacional, suma votos a favor de su partido.


Romero Aquino ya recibió la respuesta a su desmesura. Convergencia tiene ya precandidato a la gubernatura de Veracruz. Dante Delgado Rannauro fue destapado por el propio Andrés Manuel.

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sábado, 11 de julio de 2009

Así son las cosas en Veracruz. Lo dicta nuestra naturaleza

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Aún no concluye el cómputo definitivo de la elección federal del pasado domingo ni “Fidelidad por México” coloca en sus entendederas que el voto útil en contra de Calderón Hinojosa le dio el triunfo y no necesariamente el “efecto Fidel”, y ya en nuestra ínsula de la permanente felicidad se amarran navajas rumbo a la elección de legisladores locales, alcaldes y gobernador para el próximo año. Así es Veracruz. Para los políticos, servidores públicos y medios de comunicación, todo gira en torno a los procesos electorales y la imagen virtual del gobernante en turno. El desarrollo del estado puede esperar para mejores tiempos, al fin y al cabo estamos blindados.


Tres días antes de la elección de diputados federales, el gobernador declaró que estamos a salvo de “catarritos, tsunamis y tormentas”, etc., etc, que pudieran poner en peligro la economía, salud y seguridad de los veracruzanos. Así convenía destacarlo ante la inminente elección en contraposición a las declaraciones de claro tinte electorero de Felipe Calderón. Para el lunes, mediando el triunfo priísta en las urnas, el mismo personaje declara que ha instruido a sus diputados federales que impulsen en el Congreso de la Unión una ley de emergencia porque la economía está del cocol y la crisis está lastimando a los sectores más vulnerables de la gran familia veracruzana. No podía quedarse atrás en concordancia con declaraciones de Calderón Hinojosa llamando a la unidad de todos los mexicanos para enfrentar los efectos del descalabro económico.


O sea que desde la visión electoral un día estamos bien y al siguiente más que jodidos, mientras que la realidad se encarga de demostrar que mientras transitamos de un proceso electoral a otro, más bien estamos jodidos, empezando por las finanzas públicas estatales y municipales. No es de gratis que la secretaria de desarrollo social y medio ambiente, así como mayoría de los alcaldes, ya pusieran el grito en el cielo: no hay dinero para satisfacer la demanda de servicios públicos, concluir obras iniciadas y pagar deudas. La culpa, dicen, es de Calderón quien, con fines electorales retuvo las participaciones federales.


Así son las cosas en Veracruz. Lo llevamos en nuestra naturaleza. Nuestra clase política no puede vivir al margen de la política electoral, aunque ello signifique dar la espalda a la ciudadanía.

Pues bien, mientras la crisis económica ni nos perjudica ni nos beneficia, ya inmersos en el nuevo proceso electoral los de la casaca roja promueven a la aún diputada federal Elizabeth Morales para una diputación local, en tanto que la casa rosada se inclina a favor de Guillermo Zúñiga Jr., modosito y moralmente bien portado, para la alcaldía de Xalapa, a quienes ya se les monta en el jamelgo de hacienda.


El estira y afloja que nos conducirá a la elección del sucesor de Fidel Herrera Beltrán, inicia con un alto grado de temperatura. Dos temas están a debate en el seno del partido de la fidelidad, o sea el PRI veracruzano con rostro joven: El primero bordando en torno a la dicotomía juventud y lealtad vs. Madurez y experiencia. En tanto que el segundo avocado a si es un solo aspirante a la candidatura, el delfín, o se le da participación en la fiesta al diputado Héctor Yunes Landa y al actual secretario de educación Victor Arredondo, más los que aparezcan en los próximos meses.


La atención a los efectos de las crisis concurrentes puede esperar. Estamos entre la espada y la pared, tantito a salvo y tantito no, cuando menos hasta que tomen posesión de su encargo los nuevos diputados federales y estos estén en condiciones, muy dudosas por cierto, de poder promover la ley de emergencia y una refinería para Tuxpan que saquen al buey del atolladero.


Para no perder el hilo conductor de la vida política de Veracruz, mientras de dilucida si para el 2010 el perfil del candidato priísta a la gubernatura del estado deberá privilegiar únicamente juventud y lealtad, o se opta por experiencia y madurez aunque las canas pinten en la testa del aspirante y este, a su vez, sea considerado como infiel, el priísmo bate palmas por anticipado impulsando la legítima aspiración de Fidel Herrera Beltrán a la candidatura por la presidencia de la república en el 2012


Y mientras todo esto bulle en las limitadas entendederas del priísmo veracruzano y sus corifeos, el delfín hace rabieta. ¿Cómo que otro aspirante? Si ya me gané en los medios y en las urnas –en ese orden- el derecho a ser el único, el ungido, el llamado a mantener a salvo a la familia veracruzana. Así me lo aseguraron Fidel y Doña Rosa.


A esto se reduce la política en Veracruz.

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miércoles, 1 de julio de 2009

Veracruz. Lo que viene

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Sea cual fuere el resultado de los comicios a celebrarse el próximo domingo, un día después iniciará la verdadera batalla por el poder en Veracruz. Si el actual proceso para elegir diputados federales se ha venido dando en un escenario de guerra sucia, polarizando a la sociedad, no quiero ni imaginarme el que vivirá nuestra vernácula clase política a partir del próximo seis de julio. Porque de algo puedo estar seguro: el enfrentamiento por el toma todo entre Calderón Hinojosa y Fidel Herrera Beltrán no tendrá límite. Los aspirantes del PRI y del PAN a gobernar Veracruz, pasarán a segundo plano en tanto que los dos mandatarios habrán de dirimir de cual cuero salen más correas.

Esto, cuando menos en lo que resta del 2009 pues para nadie es un secreto que el poder de Calderón tenderá a fortalecerse, por la vía que fuere, en su presunción de prolongar la estancia del PAN en Los Pinos cuando menos hasta el 2030, en tanto que para Fidel Herrera irá disminuyendo conforme concluye su sexenio. Y si bien tampoco es de dudarse que a nivel nacional el PRI habrá de acotar la capacidad de maniobra de la casa presidencial, a como están las cosas difícilmente metería las manos al fuego por el hombre fuerte de Nopaltepec. Razones sobran, pero lo más lógico dentro de la surrealista lógica del poder formal en México, es que al interior del partido tricolor se buscará disminuir y no incrementar el número de posibles aspirantes a la presidencia de la República.

Aún no concluye el proceso de elección de la diputación federal y ya en el ámbito nacional el tricolor da señales de tal tendencia a la depuración del puñado de aspirantes a la candidatura presidencial en el 2012.

Subestimándose el papel que en el 2010 pudieran jugar Convergencia y PRD, a los que no se les ve ni se les escucha, es de considerarse que la pugna electoral para la gubernatura de Veracruz se reducirá a la confrontación PRI-PAN. Sin embargo, no hay que olvidar que esta se daría en un escenario social de crisis económica, deterioro de la credibilidad en las instituciones, así como de descontento y rechazo al quehacer de los partidos políticos. Pudiendo darse el caso de que la izquierda electoral irrumpiera con mayor fuerza y presencia en un banquete al cual no ha sido invitada, modificando el esquema hasta ahora planteado.

Si esto último se diera, llegado el momento, guerra sucia y autoritarismo, que incluye la criminalización de la protesta popular dominarían el escenario. Por lo que salta a la vista la interrogante: ¿Se cuenta en Veracruz con un político que como candidato a la gubernatura pudiera dominar y salir avante en un escenario de tal naturaleza?

Se los dejo de tarea a los que saben de estas cosas.

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