martes, 10 de junio de 2008

Andrés Manuel López Obrador: ¿País o Colonia?

A diferencia de la derecha y de sus tecnócratas, nosotros pensamos que podemos sacar adelante al país desterrando la corrupción de la que se alimentan y nutren mutuamente el poder económico y el poder político de México. También creemos que es indispensable, para la transformación del país, un modelo económico propio que tenga como eje aprovechar la vocación de trabajo de nuestro pueblo y el uso racional de los recursos naturales, sobre todo de los energéticos.


Aquí no trataré el problema de la corrupción política y de los beneficios que obtendríamos con erradicarla. No hablaré de los jugosos negocios que actualmente se están haciendo al amparo del poder público, como es el caso del reciente contrato de compra de gas a Repsol de España por 15 mil millones de dólares, asignado sin que se presentara ninguna otra oferta y con gas extraído en Perú y revendido a la Comisión Federal de Electricidad a precios elevadísimos. Tampoco me referiré a lo mucho que ganaríamos al liberar de la opresión a los trabajadores mexicanos, a quienes se les ha cancelado el futuro en su patria y se han visto obligados a emigrar para desatar en el extranjero su talento y laboriosidad.


El propósito de este artículo es resaltar la importancia estratégica del petróleo y de cómo podríamos convertirlo en palanca del desarrollo nacional. La relevancia del sector energético radica en que se extiende desde la extracción del crudo y el gas hasta la refinación, la petroquímica y la generación de electricidad. Los productos de estas industrias son insumos de otras y, así, se va formando una gran cadena de valor económico. Además las industrias energéticas usan de manera masiva bienes y servicios de otras ramas de la economía, con lo que se fortalece el mercado interno.


Por otra parte, todas las proyecciones indican que la demanda de energéticos seguirá en aumento, incluso, se estima que para el año 2020 será un 50% mayor que la actual. Es decir, aún cuando se continúa investigando sobre otras fuentes de energía, todavía por varias décadas el desarrollo de la economía mundial seguirá sustentándose en los hidrocarburos. Es en este horizonte en el que México goza de invaluables posibilidades de desarrollo. Nuestro país cuenta con reservas potenciales de crudo suficientes para producir gasolinas y petroquímicos y, además, posee en el subsuelo gran cantidad de gas natural que, cada vez, con mayor frecuencia se está utilizando para la generación de energía eléctrica.


Ahora bien, por qué se ha desaprovechado este gran potencial económico y no se ha usado el petróleo para fomentar la industrialización, generar empleos y convertir a México en una potencia energética. La respuesta, aunque parezca increíble, tiene que ver con la idea que ha prevalecido, en los últimos 25 años, de privatizar la industria eléctrica y el petróleo. Y desde luego, detrás de esta concepción está el interés de quienes ambicionan apropiarse de recursos que son propiedad de la Nación y del pueblo de México.


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http://wordsinresistance.wordpress.com/2008/06/10/andres-manuel-lopez-obrador-%c2%bfpais-o-colonia/#comment-759


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