martes, 4 de agosto de 2009

Emilio Cárdenas Escobosa

DE INTERÉS PÚBLICO

28 de julio de 2009

Un tema que en la entidad parecía bajo control en la arena política, que no en la económica, vuelve al debate público. El manejo de la deuda y la situación de las finanzas en Veracruz retornan a la discusión como resultado de la fuerte crisis por la que atraviesa la hacienda estatal, afectada por el impacto de la debacle económica nacional que ha llevado a la federación a perder cerca de 500 mil millones de pesos en la recaudación fiscal y en los ingresos petroleros, lo que ha desquiciado las proyecciones económicas y obligado a un recorte en el gasto público de 85 mil millones de pesos, con el correspondiente efecto en las participaciones a estados y municipios, donde la hacienda veracruzana resiente pérdidas del orden de los 3 mil millones de pesos.

La situación financiera del estado es complicada. Menudean las quejas de alcaldes sobre la falta de recursos para hacer frente a sus obligaciones. Casi la totalidad de los municipios veracruzanos se encuentran endeudados lo mismo con instituciones financieras que con emisiones bursátiles. De acuerdo con un documento del Departamento de Registro de Deuda Pública y Programas Institucionales de la Secretaría de Fiscalización del Congreso del Estado, hecho público recientemente, los compromisos económicos de los ayuntamientos superan ya los 2 mil 463 millones de pesos. Situación que ha llevado a casi 100 municipios a presentar solicitudes de préstamo ante el Banco Nacional de Obras y Servicios para poder cumplir con el programa de obras y, además, ha obligado a muchos de estos municipios a iniciar recortes de personal o a anunciar que se reducirán salarios en los mandos de confianza. Todo lo cual revela que la crisis se vive con fuerza en sus administraciones.

Y ahora, en un tema que vuelve a encender las discusiones, se señala, por parte de la dirigencia y de conspicuos militantes del Partido Acción Nacional, que se estaría negociando un crédito de 10 mil millones de pesos para fortalecer las finanzas estatales, que resentirían desequilibrios económicos producto de deudas por gastos en las campañas, según el discurso blanquiazul. Desde luego que esta especie ha sido rotundamente negada por congresistas locales del PRI y por el ex secretario de finanzas y hoy diputado electo, Javier Duarte de Ochoa, quien acusa que es una “mentira y una muestra de desesperación política del PAN ya que no sabe cómo contrarrestar la fuerza y presencia de Fidel Herrera y del Partido Revolucionario Institucional”. Se le achaca en todo caso el problema de las finanzas locales al retraso en el pago de las participaciones federales al gobierno y los municipios de Veracruz. Se culpan unos a otros, mientras los problemas financieros están ahí. Finalmente ni era “catarrito” lo que llegaría al país por la crisis mundial, ni Veracruz era invulnerable.

Lo deseable es que no haya más deuda pública, porque “la entidad reporta una deuda compartida entre estado y municipios -hasta mayo del 2009- de 8 mil 304 millones 800 mil pesos, por lo que se ubica en el sexto lugar nacional con mayor monto. Un incremento sustancial si se toma como referencia la deuda heredada por el ex gobernador Patricio Chirinos Calero en 1999 que apenas fue de apenas 22.6 millones de pesos”, puede leerse en la página web Plumas Libres. Y, ojo, esta cifra se abulta al considerar sobre todo los recursos obtenidos a través de la bursatilización del Impuesto Sobre Tenencia Vehicular que ascienden a 7 mil 145 millones 800 mil pesos.

De acuerdo a la versión oficial, elevada a la categoría de dogma, este monto no es deuda, sino que son recursos frescos llegados al estado para dinamizar la economía y que provendrían de “inversionistas” que al adquirir bonos en la bolsa de valores apoyan así a la entidad, gracias a un moderno instrumento financiero en cuyo uso Veracruz, siempre a la vanguardia, puso el ejemplo al resto del país. Compre hoy y páguese después, o mejor, gaste hoy y mañana…ya veremos. En esa lógica el estado ya no tendría acreedores, sino inversionistas, los cuales, desde luego, y para ser francos, estarían invirtiendo, pero en la bolsa, no en Veracruz.

Como sea, el caso es que sería grave que se cargue nuevamente la cuenta del endeudamiento, aunque, de concretarse, se nos diga que no será deuda y que no se comprometen ingresos futuros. Porque los tenedores de los bonos emitidos en la bolsa, dígase lo que se diga, son acreedores.

La crisis llegó y falta el 2010.

Crónica del Poder 28/07/09

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